En la provincia de Buenos Aires el miércoles 1º de septiembre comenzó una nueva etapa de la presencialidad cuidada en las instituciones educativas, en medio de una mayor apertura de actividades por la pandemia. Con el objetivo de avanzar hacia la presencialidad cuidada plena del conjunto de estudiantes de cada curso durante su jornada habitual, se actualizaron las medidas de cuidado relativas al distanciamiento social de referencia dentro del aula.
La Inspectora Jefe Distrital de Educación de 9 de Julio Leonor Capriroli informó que «tenemos prácticamente el 95% de las secciones del distrito con presencialidad completa, con esta ampliación del protocolo». Aclaró que para que se permita la presencialidad completa tienen que estar acordes las aulas con la cantidad de alumnos para permitir la distancia de 90 centímetros, por excepción un alumno por cada metro cuadrado, el uso del tapabocas y la ventilación, la medición del dióxido de carbono.
Explicó Leonor Capriroli que «en las escuelas se trabajó mucho para disponer las aulas, con el nuevo formato. «Hubo que rediseñar las aulas, pero quedamos muy contentos porque en casi todas las aulas, que las dimensiones lo permitieron, pudimos volver con la presencialidad completa. Sólo en algunas tuvimos que programar. Ya no hay más burbujas, ni semipresencialidad, hay presencialidad completa o programada».
Es necesario recordar que la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires tras el acuerdo alcanzado en el Consejo Federal de Educación la semana pasada había anunciado presencialidad plena en las escuelas a partir del miércoles 1ro de septiembre. Se fundamenta en el descenso sostenido de casos producto del cumplimiento de las medidas de cuidado y en el gran avance de la campaña de vacunación.
En consonancia con los avances científicos y las recomendaciones internacionales, el distanciamiento social de referencia dentro del aula pasará de 1,5 metros a 90 centímetros. En los casos excepcionales donde no se pueda cumplir con la distancia de
referencia se procurará mantener siempre la máxima distancia posible entre estudiantes debiendo respetarse en todos los casos un aforo de 1 metro cuadrado
por persona y se reforzarán las medidas de cuidado a partir de una estrategia de vigilancia epidemiológica activa en las escuelas para la detección de casos asintomáticos que comprenderá tanto a trabajadoras y trabajadores de la educación como a estudiantes. De esta forma, cada semana se realizará en esos establecimientos educativos un testeo muestral con un procedimiento no invasivo y de resultado inmediato para el que se requerirá el previo consentimiento
informado de las personas adultas responsables de cada estudiante.
Por otra parte, esos establecimientos educativos deben mantener la adecuada ventilación de las aulas, para lo cual será fundamental el uso de medidores de dióxido de carbono. También contarán con fondos disponibles para adquirir tapabocas con la composición de capas y el ajuste adecuado, posibilitando una mayor protección a las y los estudiantes que lo requieran.
Cabe recordar que esta actualización de las medidas de cuidado, definidas conjuntamente entre las carteras de Educación y Salud de la Nación y de las provincias con el asesoramiento continuo de expertos, se desarrolló a partir de la actual situación epidemiológica alcanzada, con un descenso sostenido durante más de tres meses de la cantidad semanal de casos positivos y la intensificación de la campaña de vacunación, que ha alcanzado una cobertura del 90% de la población mayor de 18 años vacunada con al menos una dosis y del 40% con el esquema de vacunación completo.