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Nueve de Julio
viernes, abril 26, 2024

Los primeros procedimientos cardiovasculares en 9 de Julio

Por Héctor José Iaconis.
En 1958 fue realizado el primer implante permanente de un marcapasos y se daban importantes avances en la estimulación ventricular, sobre todo a partir de las investigaciones sobre el desarrollo de circuitos de detección capaces de identificar la existencia de contracciones ventriculares espontáneas y sincronizarse a ellas. A la sazón jugarían un papel sustancial los aportes de Rosembaum. Otro hecho importante de este decenio, para la especialidad cardiológica, fue la aplicación de la estimulación a la aurícula para aquellos pacientes con enfermedad del nodo sinusal con conducción auriculoventricular integra (3).
En la Argentina, octubre de 1957, se había efectuado la primera cirugía de un aneurisma de la aorta abdo¬minal. Iniciada la década de 1960, ya se había registrado las primeras proyecciones de aquellos descubrimientos. El doctor Jerónimo Guatavino, había introducido fundamentales modificaciones al denominado «corazón-pulmón artificial» y, para entonces, en el desaparecido Hospital Rawson, bajo la dirección de Mario Brea, se realizaban cirugías cardiovasculares e “injertos de arterias”.
En el Hospital Italiano de Buenos Aires se habían practicado cateterismos especialmente pediátricos por medio de la radioscopia; hasta que fue adquirida una cámara Odelca con la cual se podían obtener radiografías seriadas a baja velocidad. Para 1965, en el Hospital Italiano ya existía montada una sala de cateterismo. Al año siguiente, el doctor Enrique Fierens, que trabajaba en la Cleveland Clinic con Mason Sones, se encontraba en el país y, en Buenos Aires, se realizaba la primera coronariografía practicada en Argentina… Y otro hecho auspicioso para las ciencias médicas acontecía un par de años después: el 31 de mayo de 1968, en una clínica de Lanús, el doctor Miguel Bellizi efectuaba el primer transplante cardíaco en el país (2).

EL PRIMER CARDIOLOGO EN 9 DE JULIO
En ese peculiar contexto histórico, como queda dicho, un período clave en la historia de la medicina cardiológica, el doctor Santiago Meli (1932-2007) experimentaba el despertar de una vocación hacia esta especialización. Él había oído y valorado, y quizá también le había entusiasmado la tarea de aquellos pioneros argentinos en la hemodinamia, Tiburcio Padilla, Pedro Cossio e Isaac Berconsky, quienes había realizado el primer procedimiento de cateterismo en América; o las investigaciones iniciales de Rodolfo Kreutzer
Hasta entonces, hasta que el doctor Meli decidió especializarse en esta rama de la medicina interna, no existía ningún cardiólogo en la ciudad. De esta forma, se convertía en el primer médico, con esta especialidad, en ejercer en 9 de Julio.

LOS PRIMEROS MARCAPASOS
Fue en Clínica Independencia donde, el doctor Santiago Meli implantó, por primera vez en la ciudad de 9 de Julio y, quizá, también en el zona, marcapasos portátiles a dos pacientes de esta ciudad. Se trataba de dos marcapasos asincrónicos o de frecuencia fija, fabricados por la empresa norteamericana “Medtronic”.
En 1967, Medtronic introdujo los denominados “marcapasos a demanda», en sus versiones para uso externo y otro implantable. Este nuevo dispositivo detectaba la función cardíaca intrínseca y producía la descarga de estímulos sólo cuando existía un fallo en el sistema intrínseco. Dicho en otras palabras, el marcapasos sentía una contracción ventricular pero, si se llegaba a retrasar la siguiente contracción, el mismo producía el impulso; o bien, producía el estímulo en forma regular, si sentía una contracción ventricular espontánea se le superponían estímulo.
Este tipo de marcapasos, «a demanda», fueron implantados y estudiados por primera vez en el país en Clínica Independencia. Tanto así que, la empresa, publicó las conclusiones de esos trabajos de investigación y difundió a nivel nacional los alcances de las intervenciones realizadas en 9 de Julio.
“La historia simpática –rememoraba el doctor Meli- tiene que ver con que, este modelo de marcapasos, le fue instalado a joven deportista de la localidad de La Niña, Partido de 9 de Julio, quien aún contando con esta aparatología siguió jugando al fútbol. Este trabajo de investigación, realizado en Clínica Independencia, fue llevado por la empresa ‘Medtronic’ a todo el país”(3).
En Clínica Independencia, asimismo, tuvo lugar la primera angiografía carotídea de punción directa efectuada en la región.

Primeros marcapasos implantados a pacientes en 9 de Julio.

LA PRIMERA CARDIOVERSION
En materia de diagnóstico clínico también se llevó a cabo, en Clínica Independencia, además de las primeras prácticas en arteriografía, la primera cardioversión, en un paciente con paro cardíaco, siendo este un caso destacado por el buen resultado. Este hecho, cuatro décadas más tarde, fue recordado por el doctor Santiago Meli de la manera siguiente:
“En 1967 – relataba el recordado cardiólogo- había muy pocas terapias intensivas, salvo las grandes ciudades. Existían, en cambio, las denominadas ‘terapias intensivas móvil’. Estos aparatos podían ser llevados a una habitación y se le daban, al paciente, los servicios de la aparatología de terapia intensiva. En esa época, un aparato de este tipo costaba el valor de un automóvil”.
Tal como lo recordaba el doctor Meli, “corría el año 1968, cuando un obrero que se encontraba desmontando árboles frente a una estación de servicios, en la localidad de inicial Santos Unzué, tuvo los síntomas del infarto”.
“Una de las personas –añadía- que se encontraba en la estación cargó en su automóvil al enfermo y lo trasladó hasta la Clínica. Cuando lo bajaron del automóvil, el paciente hizo un paro cardíaco. Inmediatamente fue transportado en una camilla hasta la habitación seis. Allí, utilizando este aparato portátil, logramos que el paciente se despierte y se siente en la cama. Esa fue la primera maniobra que, con un aparato de esa naturaleza, fue realizada en esta zona del noreste bonaerense” (4).
Cabe recordar que, en 9 de Julio, también fue realizado el primer eco doppler color cardíaco en esta zona de la provincia de Buenos Aires.

La primera Unidad Coronaria Móvil, donada por el doctor Meli al Museo Histórico local.

NOTAS
(1) KIRK JEFFREY, Machines in our hearts. The cardiac pacemaker, the implantable defibrillator and american health care, Baltimore, The Jonns Hopkins University Press, 2001, pág. 91ss. Véase una interesante síntesis histórica sobre las técnicas de estimulación cardiaca en ANNE B. CURTI, Fundamentals of cardiac pacing, U.S.A., Jones and Bastlett Publishers, 2010, págs. 1-11. Interesantes referencias acerca de la implantación de los primeros marcapasos en la historia de la medicina aparece en J. Silvestre – J. Centeno, “Tratamiento quirúrgico de los bloqueos. Marcapasos”, en GABRIEL TELLES DE PERALTA, Tratado de Cirugía Cardiovascular, Madrid, Sociedad Española de Cirugía Cardiovascular-Ediciones Díaz de Santos, 1998, pág. 452.
(2) RAUL OLIVIERI, Historia de la Cardiología en la Argentina, Buenos Aires, Libros del Zorbal, 2009, págs. 38, 45 y 46.
(3) Entrevista efectuada por los autores al doctor Santiago Meli, noviembre de 2007, poco antes de su fallecimiento.
(4) Ibidem.

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