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Nueve de Julio
jueves, abril 25, 2024

La Iglesia Católica celebró la solemnidad de Pentecostés

Ayer y el sábado por la tarde, fue celebrada en la Iglesia Catedral de 9 de Julio, la solemnidad de Pentecostés. En virtud de las restricciones impuestas por la situación sanitaria imperante, los oficios fueron transmitidos por medio de las redes sociales y los fieles pudieron participar en modalidad virtual.
El Obispo de la Diócesis de 9 de Julio, monseñor Ariel Torrado Mosconi, presidió las celebraciones.
En un mensaje dado a conocer ayer, el Obispo diocesano, recordó que «sin la fuerza del Espíritu Santo, no es posible subsistir».
«Si nos falta -dijo- el aire no podemos vivir. Tampoco si no tenemos el Espíritu. En estos tiempos de pandemia, más que nunca, somos conscientes de lo esencial que es el aire que respiramos. Invoquemos al Espíritu Santo para que venga oxigenar nuestra vida espiritual, nuestras comunidades y la vida de la Iglesia toda».
Tal como lo indicó el prelado, el Espíritu Santo hace conocer la intimidad de Dios, «la experiencia del Abba, del Padre amoroso y providente, de Jesús como Salvador y del Dios que habita en lo profundo del alma».
«Nos salva -añadió- de la soledad y está siempre a nuestro lado como Paráclito, ad vocatus, Aquél que está junto a nosotros para cuidarnos y defendernos. Qué importante en estos tiempos en que tantos estamos sufriendo la soledad por el aislamiento sanitario, que tantos hermanos estás solos en las terapias intensivas u otras personas que no pueden estar acompañados por sus familias, que sepamos que el Espíritu inhabita en nosotros y jamás nos abandona».
Asimismo, refirió monseñor Torrado Mosconi, el Espíritu  permite vivir en comunión con la Iglesia.
«Nos -expresó- concede la unidad que está enriquecida por la diversidad de dones, ministerios y carismas. Sólo podremos salir de este momento crítico que vivimos en nuestra patria y en el mundo entero si nos unimos y tiramos todos juntos para superar las dificultades que estamos viviendo a raíz de la pandemia».
«El Espíritu también nos hace ser valientes y audaces testigos del Evangelio. Nos disipa los miedos y nos hace salir de nuestras mezquindades y egoísmos para llevar su Palabra hasta los confines de la tierra. Hoy para evangelizar, en estos tiempos inéditos, necesitamos la sabiduría, el discernimiento y la fortaleza . Ya no es suficiente hacer lo que siempre hemos hecho. Hay cambios vertiginosos en nuestra cultura que nos exigen estar atentos a la voz del Espíritu y dejarnos guiar por sus siete sagrados dones que nos conducen casi instintivamente por los caminos de Dios», manifestó el Obispo.

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