Con diversos actos y celebraciones fue conmemorada la solemnidad de Nuestra Señora de Fàtima, patrona principal de la Diócesis de 9 de Julio.
Durante toda la jornada de ayer se hicieron momentos de oración a través del rezo del santo rosario y la adoración eucarística. También se llevaron a cabo meditaciones y reflexiones por los distintos medios virtuales y las redes sociales.
Siguiendo las medidas sanitarias se celebró la misa en honor de la patrona de la diócesis en el jardín del Santuario, efectuándose la transmisión por los medios virtuales. La celebración tuvo lugar en el marco de una tarde soleada. El lugar, al aire libre. estaba vestido de fiesta, ornamentado y dispuesto para celebrar el acontecimiento.
Participaron presencialmente unas veinte personas que previamente se habían inscriptas y la misa fue presidida por el obispo diocesano Ariel Torrado Mosconi, el párroco de la catedral Guillermo Gómez y el sacerdote invitado Marcelo Pettinarolli. Este último tuvo a su cargo la homilía.
Por su marte, monseñor Torrado Mosconi, al comenzar la celebración, hizo mención que se cumplían los 60 años de la inauguración del templo de Fátima, por parte del primer obispo diocesano monseñor Agustín Herrera.
En su homilía, el padre Pettinarolli, acentuó la confianza que los fieles deben tener hacia la Virgen. En efecto, al igual que en las apariciones de la Virgen de Fátima en el contexto de la primera guerra mundial la Madre les dijo a los pastorcitos «no teman, mi corazón inmaculado triunfará»; también ahora en medio de esta pandemia «a Madre del cielo nos dice que no tengamos miedo que su Inmaculado corazón triunfará».
Terminada la misa se hizo una caravana con autos recorriendo toda la ciudad con la imagen de la Virgen para llevar su consuelo a cada uno de los barrios de la ciudad, y especialmente a los lugares más necesitados, en particular el hospital, la clínica, los hogares de ancianos, y otros lugares significativos de la ciudad. Finalmente al regresar al santuario se hizo la bendición de los vehículos.
