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viernes, abril 26, 2024

¿Vos también crees que no pueden trabajar?


En 1 de cada 5 hogares argentinos vive hoy una Persona con discapacidad. Sin embargo, cuando salimos a la calle no la vemos. En nuestros lugares de trabajo, en la escuela, en la universidad, en el lugar donde atendemos nuestra salud, en los lugares donde nos recreamos debería haber alguna Persona con discapacidad trabajando, estudiando o recreándose junto a nosotros.
¿Pero dónde están las personas con discapacidad? Sabemos que por diversos motivos no interactúan aún en todos los lugares que una sociedad democrática y plural debería ofrecer a sus ciudadanos para ser sustentable. las personas con discapacidad todavía están en sus casas, todavía buscan una oportunidad, todavía esperan un entorno que facilite su integración verdadera y su permanencia para poder aportar toda la riqueza que una Persona con discapacidad puede aportar a la construcción de un país desde su propia singularidad, desde su diversidad.
Para los humanos el trabajo no es sólo una actividad económica sino también existencial. El trabajo nos identifica, nos distingue de otros, nos brinda una identidad. No sólo porque podemos reconocernos en lo que hacemos, sino porque otros nos reconocen por ese hacer.
A diferencia de muchos países de Latinoamérica, Argentina cuenta con legislación específica de protección de las personas con discapacidad desde hace más de 30 años.
La ley 22.431 Se trata de “un sistema de protección integral de las personas discapacitadas, tendiente a asegurar a éstas su atención médica, su educación y su seguridad social, así como concederles las franquicias y estímulos que permitan en lo posible neutralizar la desventaja que la discapacidad les provoca y les den la oportunidad, mediante su esfuerzo, de desempeñar en la comunidad un rol equivalente al que ejercen las personas normales”. Esta ley ha sido sancionada en el año 1981, por lo que se utiliza terminología que ya no se utiliza en la actualidad (discapacitados, personas normales para referirse a las personas sin discapacidad, etc.). Sin embargo, debemos reconocerle que es el primer marco legal de protección para las personas con discapacidad y que busca establecer una mirada integral en temas de discapacidad.
Ante esto debemos cuestionarnos como sociedad que existen pocos lugares donde realmente se cumple el acceso al trabajo de las personas con discapacidad.
Esto podría deberse a varios motivos, como lo son los prejuicios, la mirada limitante, el temor, la desinformación entre otros. Como parte activa de este tejido social creemos indispensable el compromiso de la sociedad en materia de discapacidad y empleo. Permitiendo así el acceso de las mismas a un trabajo digno, con un salario justo y enfocado en las habilidades de las personas y no en sus limitaciones.
Todos sabemos que ante la necesidad de una inserción al mercado laboral enfocamos nuestra atención en una habilidad específica o conocimiento sobre un tema y en base a ello apuntamos nuestra búsqueda laboral. Las personas con discapacidad también lo hacen, por ello es necesario que tengan la oportunidad de capacitarse en aquella área qué desea trabajar y así pueda demostrar en qué puesto de trabajo pueda ser incluido dentro de una empresa para brindar sus servicios de forma óptima y eficiente.
Queremos insistir sobre un concepto clave: “La mirada social es la que determina la relación”. Nosotros depositamos en el otro la penalidad social por ser diferente. Es nuestra mirada la que promueve o descalifica… Y en este sentido te invitamos a que reflexiones un momento acerca de tu posición frente a esto, dónde estás vos, cuál es tu aporte al cambio de paradigma que buscamos alcanzar.
Como empleador tenés que saber que no estás contratando “chicos discapacitados”. Ni chicos, ni discapacitados. Hablamos de personas en evolución permanente que crecen y se desarrollan. Prolongar la infantilización de su figura en la edad adulta, atenta contra su desarrollo personal. Llamarlos “Discapacitados” no permite que aparezca la Persona, sino sólo su deficiencia y “con capacidades diferentes”, “con necesidades diferentes o especiales” no designan correctamente a nadie en particular porque capacidades y necesidades diferentes tenemos TODOS. Entonces, hablamos sólo de Personas con discapacidad, Personas en situación de Discapacidad, Trabajadores con Discapacidad, adultos o jóvenes con discapacidad. No hay nada más allá de esto. El correcto uso del lenguaje es tarea de todos.
Motivos por los cuales las personas con discapacidad no acceden a un trabajo:
1: los empleadores no se encuentran preparados mentalmente para tratar con personas con discapacidad llegando a pensar que no serán lo suficientemente productivos para sus empresas.
2: infraestructura inadecuada lo que produce barreras para el desplazamiento en las calles o en los ámbitos cotidianos que tienden a evitar a las personas con discapacidad salir a buscar trabajo.
3: falta de capacitación. no hay suficientes lugares que brindan capacitación laboral para promover la inclusión.
4: muchas personas con discapacidad sufren de baja autoestima ya que no se sienten confiados en sí mismos y esto dificulta la posibilidad de demostrar sus habilidades.
Agrupación Tendiendo Redes.

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