Desde hace varios días vienen desarrollándose en la Iglesia Catedral “Santo Domingo de Guzmán” una serie de refacciones edilicias. La situación sanitaria imperante y, ante la imposibilidad de poder celebrar los oficios religiosos con mayor asistencia de fieles, se ha considerado propicio encarar estos trabajos de mantenimiento y mejoras proyectadas sobre este centenario templo.
Por ello, las celebraciones parroquiales han sido centralizadas en el Santuario Diocesano de Nuestra Señora de Fátima.
Acerca de las obras emprendidas, en una entrevista periodística, el padre Guillermo Gómez explicó que se trata de “algunos arreglos más urgentes y de la continuación de otra etapa”. “Había –añadió- dos trabajos urgentes que encarar: filtraciones por el techo en más de un lugar; en las columnas y en las paredes bajas comenzaron a caerse los revoques”.
De acuerdo a lo indicado por el sacerdote, “en la nave central había una filtración de caía desde el campanario sobre la puerta de entrada; otras dos filtraciones se verificaban en las naves laterales”
El padre Guillermo, quien admitió que, “del último arreglo que se hizo en la Iglesia Catedral ha pasado varios años”, refirió que “luego se reparados los revoques se ha realizado un texturado que imita la piedra París, en una primera etapa”.
“Esta primera etapa se está desarrollando con la ayuda de una fundación que se encarga de colaborar con el mantenimiento determinados edificios que conforman el patrimonio cultural y religioso de diferentes comunidades del país”, informó.
