[29 de octubre de 2011]
Mi vida y las Islas Malvinas no se separan ni un solo día.
Esta es mi vida. Hace casi 30 años, estando en Malvinas, una noche de mucho frío y soledad, en un galpón triste y con olor a dolor, una carta dirigida al soldado desconocido escrita por una niña de 15 años, me temblaba en las manos.
Con la bendición de Dios regresé con vida a mi casa y prometí buscar a ésta persona. Hoy, 26 de octubre de 2011, pude estar frente a esa niña, hoy una señora, María Verónica Suarez, y agradecerle infinitamente por el acompañamiento espiritual y solidario que me brindó con su carta. Fue un encuentro sencillo y conmovedor. Dios, no permitas que pase un solo día de mi vida sin recordar y pensar en todas las historias que me unen a Malvinas.
(Nota enviada para su publicación por Guillermo Raúl Ni Coló, Ex combatiente de Malvinas de la ciudad de Saladillo).