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Nueve de Julio
jueves, marzo 28, 2024

Renovaron votos tras 56 años de matrimonio

Sí, lo quiero…

(Una historia de amor más allá del olvido)
La primera llama de este inmenso amor se encendió un 19 de noviembre de 1963 en la ciudad de La Plata.
“La ciudad de las diagonales” albergaba entre sus calles de adoquín, una pequeña verdulería atendida por un gran joven: Pedro, más conocido como “Pepe”.
A pocas casas de allí, vivía “Corcho”, quien recibió la esperada visita de su hermana Norma, más conocida como “Tati”. Una pelirroja de cabellos encendidos por el fuego, con una cara angelical, piel cubierta de pecas y una sonrisa sin igual. Recién llegada de su querida Mar del Plata, se dispuso junto a su hermana a realizar los mandados de cada tarde, recorrido que incluía visitar la “boutique” de Pepito.
Dicen las buenas lenguas que cuando se vieron por primera vez, sus corazones latieron con más intensidad y a partir de allí, fueron uno solo, palpitando en cada mirar.
En la ciudad feliz fue noticia este encuentro, por lo que la abuela de las jóvenes, acudió de inmediato para conocer al platense, hincha “del Lobo”, que había robado el corazón de su nieta.
Así fue como al conocerlo, le dio el “visto bueno” y permitió que comenzara aquel romance.
El tiempo pasó, llegando así la primavera y con ella, un 25 de septiembre de 1964, los jóvenes de 17 y 18 años de edad dieron el sí, en una capillita humilde, tomados de la mano y con “solo lo puesto” se animaron a recorrer la vida que los esperaba en la puerta de aquel sencillo recinto.
Ambos crecieron juntos, tuvieron sus tres hijos, pasaron por días de sol como así también de inmensas tormentas. Pero el amor, el respeto, los valores infundidos hicieron que puediesen atravesar y adivinar los acertijos de toda esfinge que se presentaba en el camino.
Luego vinieron nietos y bisnietos, alegrías, sorpresas, desafíos, tristezas… la vida misma.
Los años trajeron visitas, algunas pasajeras, otras que decidieron quedarse.
Desde hace un tiempo, la memoria de Tati se vio habitada por el olvido. Pepe, su ángel guardián, la cuidó y la cuida con todo su esmero, con todas sus fuerzas pero él también se sintió por momentos vencido.
La fatiga obligó mudanza, así es que llegaron al Residencial 9 de Julio, recibidos por Liliana, Carlos, Marta, y un sin fin de nuevos vecinos. La vida no fue ni es fácil pero el tiempo y el amor hacen lo suyo y es así como este 2020, con un mundo revolucionado, donde todo es vorágine, vértigo, ruido, también hay lugar para el refugio, para el amor, para los valores infundidos.
Así es que Pepito expresó su deseo de renovar votos tras estos 56 años de matrimonio cumplidos.
El Residencial así se tornó un palacio. Una alfombra roja, bellas flores, una maestro de ceremonia y unos elegantes padrinos acompañaban a aquel novio que con lágrimas en los ojos esperaba ver a su novia quien le sacaría más que un suspiro.
Los primeros acordes de la marcha nupcial dejaron ver aquellos pasos lentos, pero firmes, ojos inocentes, blancura inmaculada de mi madre envuelta en ese vestido que la iluminó como a la estrella más grande de aquel cielo divino. Minutos después se hizo presente la famosa pregunta: ¿acepta usted por esposa…? Él sin dudarlo aceptó el desafío como aquella vez. La novia, por su parte, expresó un “Sí, lo quiero” completando así el parlamento prometido.
Días después de la boda, él le preguntó a ella qué le había parecido aquel festejo. Tati le respondió con su sonrisa, a veces queda a veces perdida, que no recordaba tal suceso que él con tanto empeño trata de hacerlo inolvidable , luchando contra el olvido.
La historia queda abierta, porque se sigue escribiendo en un bello libro. El de todos los días, en cada mirada, en cada suspiro.

Mi eterno agradecimiento al Residencial 9 de Julio, quien no dudó en cumplir este sueño, este desafío. A todas las personas que allí trabajan día a día de la mano de Marta, Liliana, Carlos. A Emmanuel y a Julieta y a todos los residentes que allí estuvieron presentes celebrando el amor infinito.
Al Diario «EL 9 DE JULIO», a Martín Zabala por escuchar esta historia, por registrar este sueño… cumplido!
¡Muchas gracias!
María Belén Bianco (La hija de los novios)…

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