Argentina es uno de los países con una tasa más alta de sobrepeso y obesidad. Se estima que el 41,1 % de niños y adolescentes entre 5 y 17 años presenta exceso de peso, en tanto que esta problemática afecta al 67,9 por ciento de las personas mayores de 18 años. Esa información se desprende de la Segunda Encuesta Nacional de Nutrición y Salud, realizada por la Secretaría de Gobierno de Salud de la Nación con el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) y UNICEF.
Desde el gobierno, han precisado que se trata de problemas que afectan a todas las clases sociales sin distinción. Las consecuencias van más allá del aspecto sanitario, pues se genera un déficit en el desarrollo del capital humano.
Respecto a los resultados de la citada encuesta, diversas voces coinciden en que el problema está creciendo cada vez más, por lo que se requiere políticas y estrategias gubernamentales. También es necesaria una participación activa de la sociedad civil, los organismos internacionales y la industria.
Entre los menores de 5 años, el exceso de peso afecta al 13,6 por ciento. En el caso de los niños y adolescentes de 5 a 17 años, el 20,7 por ciento padece sobrepeso y el 20,4 %, obesidad. Acerca de los mayores de 18 años, el 34 % sufre sobrepeso y el 33,9 %, obesidad.
El representante de la OPS/OMS en Argentina, Maureen Birmingham, ha precisado que el gran problema de malnutrición en la región es el exceso de peso infantil, el cual sigue creciendo de forma alarmante. Además, indicó que afecta al 7 % de menores, lo cual supera el promedio global y sitúa a Argentina en los primeros lugares.
Por otro lado, la deficiencia alimentaria es otro problema. Solo un tercio de los argentinos consume al menos una vez al día frutas y verduras, 4 de cada 10 consume lácteos recomendados diariamente y solo la mitad ingiere carnes una vez por día. Por el contrario, el consumo de alimentos no recomendados es muy elevado: el 37 % toma bebidas azucaradas diariamente y el 17 % consume productos de pastelería. En tanto, el 36 % consume snacks al menos dos veces a la semana y el 15 %, golosinas con la misma frecuencia.
Las cifras revelan la necesidad de impulsar políticas alimentarias desde temprana edad. La situación es similar en la región, donde México encabeza el índice con la tasa más alta de obesidad y recientemente ha sido considerado el país con mayor obesidad infantil en el mundo.
Además de las estrategias educativas, se requiere concienciación desde el hogar, la reducción de comida chatarra y del azúcar. Entre las alternativas tenemos la stevia, la panela y la miel. La stevia es rica en hierro, magnesio y cobalto, mientras que la panela aporta calcio, hierro y fósforo. Por último, la miel es rica en minerales y vitaminas del grupo B.
