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viernes, marzo 29, 2024

A 30 años del asesinato de María Soledad Morales

Este lunes se cumplen 30 años de la fiesta de egresados que fue prolegómeno de la violación y asesinato de María Soledad Morales, la joven catamarqueña cuya muerte conmovió al país y que, dice su madre, cambió la historia de la política y la justicia de la provincia.
A 30 años del Caso María Soledad, la estudiante secundaria que fue violada y asesinada en Catamarca y cuyo crimen motivó las «marchas del silencio» y derivó en la intervención de la provincia, su madre, Ada Rizzardo, aseguró que el homicidio «cambió la historia» de la política y la justicia en la provincia y dijo que si volviera a ver a los condenados les pediría que vayan a pedir perdón frente a la tumba de su hija.
Además, le envió un mensaje a la madre de Facundo Astudillo Castro, a quien le dijo que «no hay que claudicar» en la búsqueda de Justicia, aunque sabe que la pérdida de un hijo es una «herida que queda para siempre» y que «el calvario» para las familias «es una cruz muy pesada que se lleva de por vida».
Ada tiene presente lo que sucedió la noche del 7 de septiembre de 1990 como si fuera hoy: «Recuerdo aquel día en que mi hija fue a bailar a la elección de la reina del estudiante del colegio del Carmen… Ella se despidió contenta, feliz, alegre porque el curso de ella era el que organizaba el baile esa noche. La alegría, el entusiasmo con el que ella se fue».
Lo que no sabía era que ya no la iba a volver a ver con vida porque tras asistir a un boliche de la capital provincial la adolescente fue violada y asesinada y su cuerpo desfigurado y semidesnudo fue encontrado cerca de las 9.30 del lunes 10 de septiembre de 1990 por trabajadores de Vialidad.
Hoy, el lugar donde fue hallado el cuerpo de María Soledad (17) junto a la ruta 38, a seis kilómetros del centro de San Fernando del Valle de Catamarca, solo puede reconocerse por un monolito despintado.
«Después de 30 años sigo siendo ama de casa, tengo una familia numerosa, seis hijos, siete con ‘Sole’, además tengo 6 nietos. Como madre, yo a mis hijos siempre trato de demostrarle que estoy bien pero aprendí a convivir con el dolor, a llevar el dolor en mi espalda», señaló.
El baile al que concurrió María Soledad fue organizado por sus compañeras para costear los gastos del viaje de egresadas en el local Le Feu Rouge y con el fin de ayudar a las chicas que no podían pagarlo. «Mi hija era una de las 5 chicas que no tenía el dinero suficiente para pagar el viaje de fin de curso a Villa Carlos Paz», recordó.
Su asesinato tuvo una amplia repercusión a nivel nacional y terminó que la renuncia del entonces gobernador de Catamarca, Ramón Saadi.
También motivó las «marchas del silencio» que organizaba la religiosa Martha Pelloni, rectora del colegio al que asistía María Soledad y terminó con la detención de Luis Tula y Guillermo Luque, hijo de un diputado nacional.
Luque tiene hoy 54 años, vive en pleno centro catamarqueño, tiene un hijo y se mantiene con las rentas de las propiedades que le dejó su familia.
Tula tiene 59 años, también vive en la zona céntrica de Catamarca, tiene dos hijos con su ex pareja, es abogado penalista tras estudiar en la cárcel y tiene un estudio jurídico ubicado en la calle Rivadavia al 800. (Télam).

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