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Nueve de Julio
viernes, abril 19, 2024

9 de Julio y el legado de la inmigración

 


En 1949 se estableció el 4 de septiembre como el Día del Inmigrante. La fecha fue elegida en conmemoración por la disposición del Primer Triunvirato (1812) que promovía la llegada de habitantes de otros países.
En nuestros días, la imnigración sigue teniendo influencia en la sociedad argentina; pues, el país es receptor de población perteneciente a países latinoamericanos (Paraguay, Venezuela, Bolivia y Chile, entre otros), asiáticos y africanos. No obstante, en perspectiva histórica, la gran corriente inmigratoria que definió la configuración definitiva de la Argentina tuvo lugar entre la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX.

LA GRAN INMIGRACION
Desde comienzos de la década de 1870 el arribo de inmigrantes fue cada vez mayor. Una acción de gobierno, la sanción de la Ley de Inmigración de 1876, articuló los medios para organizar la llegada de los extranjeros. Este hecho, como se verá más adelante no será visto con beneplácito por algunos sectores de la sociedad.
En 1877, un año después de puesta en vigencia la legislación citada, unos 6284 inmigrantes eran desembarcados por el Departamento General de Inmigración; 3847 alojados en el Hotel de Inmigrantes y 4094 ubicados o internados en diversos destinos. En la medida en que los años fueron sucediéndose, el incremento inmigratorio fue más amplio. En 1889 se dio uno de los picos más altos en cuanto al arribo de extranjeros al país; tanto así que las estadísticas parciales destacaban 185923 inmigrantes desembarcados por el Departamento General de Inmigración.
El censo nacional de 1895 ofrece copiosa información acerca de los emigrados al país.
Al principio una buena parte de los inmigrantes elegía afincarse en las ciudades. Sin embargo, con la crisis económico-financiera de 1890, muchos debieron optar por viajar al interior del país o al campo para emplearse en labores rurales, tales como: carreros, boyeros, pastores, cuidadores de ganados, recolectores de maíz, entre otros.

 

«HACER LA AMERICA» EN ARGENTINA
En el siglo pasado inmigrantes de diversos grupos étnicos (razas y pueblos latinos, vascos, germanos, celtas, turcos y tártaros; y, en menor medida, griegos, albaneses, urales y eslavos del este) optaban por dejar su país dejaba su país de origen buscando las posibilidades de progreso que les ofrecía América. La excesiva concentración de personas en las ciudades europeas más o menos pobres, la alta tasa de desocupación que existían en buena parte de las regiones del viejo continente, las paupérrimas condiciones de vida y las necesidades básicas insatisfechas de un gran núcleo de la población, que había quedado fuera de la industrialización; y, en otros casos, las persecuciones políticas, motivaron a los hombres y mujeres de las más diversas edades a dejar su tierra.
En el caso de la Argentina, llegaban atraídos por la demanda de mano de obra en el sector rural, la industria y las obras públicas.

 

INMIGRANTES EN 9 DE JULIO
Puede decirse que, casi desde su fundación, el Partido de 9 de Julio atrajo una corriente contínua de inmigrantes de diferentes nacionalidades italianos y españoles, mayoritariamente; vascos, turcos y sirio-libaneses, ucranianos, polacos, y rusos, franceses, alemanes, e irlandeses, entre otros, quienes se dedicaron a distintas actividades, en las labores del campo, como también el comercio, la industria y la artesanía.
Debieron afrontar el desarraigo, atravesar distancias y adaptar tradiciones a la nueva tierra, en el afán de comenzar una nueva vida. Esa mezcla de lo foráneo y lo local hizo de la diversidad el sello de la identidad bonaerense.

En 9 de Julio, los inmigrantes fundaron instituciones y organizaciones culturales que han perdurado a lo largo de la historia de la ciudad y dejaron, a través del tiempo, un legado cultural a sus descendientes de indiscutible valor.

FOTOS: Exposición por el Día del Inmigrantes realizada en 2014. Las colectividades locales organizan muestras.

 

 

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