spot_img
spot_img
17.8 C
Nueve de Julio
sábado, abril 20, 2024

El monumento funerario a Don Manuel Viegas. Homenajes de la comunidad a un vecino altruista

Por Héctor José Iaconis.
En el cementerio de 9 de Julio, a pocos metros del peristilo, el acceso principal a la necrópolis, se yergue el monumento funerario dedicado a don Manuel Viegas y a su esposa Josefina Yacovino de Viegas. El mismo fue, en cierta forma, el corolario de una serie de homenajes tributados a quienes fueron vecinos destacados, por su participación siempre activa y altruista en la comunidad.

En diciembre de 1986, en ocasión de cumplirse el primer aniversario del fallecimiento de Manuel Viegas, fue constituida una comisión especial de homenaje, en torno a la cual se congregaron representantes de diferentes entidades de bien público de la comunidad, siendo la Usina Eléctrica Popular “Mariano Moreno” (hoy Cooperativa Eléctrica y de Servicios), la principal mentora de ese reconocimiento.

El 11 de diciembre de 1986 fue realizado un acto de homenaje a Manuel Viegas y, al mismo tiempo, el Concejo Deliberante de 9 de Julio sancionó una Ordenanza imponiendo su nombre a una calle de la ciudad.

EL MONUMENTO
No obstante, debieron transcurrir poco menos de dos años, para que una Comisión de Homenaje a Don Manuel Viegas, asociada al Centro Cultural Nuevejuliense (organización hoy extinguida, que presidía Domingo Gilabert) erija el monumento (como lo llamaron entonces), en el lugar donde descansan los restos de gran benefactor nuevejuliense y los de su esposa. Su descubrimiento se verificó en un acto que, en el marco de la celebración del Día del Amigo, fue oficiado en la mañana del domingo 24 de julio de 1988.

Pascual Aiello, quien fuera gerente de la U.E.P. y amigo de Viegas, uno de los oradores durante el acto de julio de 1988. Entre los asistentes se observan los señores Gilabert, González Soto, Guaragna y Aita, entre otros. También aparece la poeta nuevejuliense Adis Bulzaca.

Una gran cruz con una corona de espinas, que simboliza el amor y el perdón, símbolo de la Escuela Científica Basilio a la que había pertenecido Don Manuel y su esposa, presiden el austero monumento. En la oportunidad José López Acosta, Raúl Potetti, Antonio Aita, Eduardo López Nuño, Antonio Ferraro, Ernesto Molina, Emilio Naudín, Roque D. Gianossi, Luis Grondona, Modesto Pérez, Héctor Alvarez, Angel Rodríguez, Alfredo Lomardi, Carmelo Guaragna y Jorge Malpere, donaron la cruz.

El acto fue presidido por el intendente municipal y presidente honorario de la Comisión de Homenaje, Rodolfo Menéndez, concurriendo vecinos y familiares de los esposos Viegas. Asimismo, una delegación de bomberos voluntarios y de agentes de policía, montaron una guardia de honor.

El propio doctor Enrique Ernesto Febbraro, el notable impulsor del “Día del Amigo”, a la sazón presidente de la Fundación “Semana del Amigo”, brindó también su adhesión a acto.

Domingo Gilabert dirigiendo un discurso.
Una parte de los concurrentes al acto de 1988. Entre otros, el intendente municipal Rodolfo Menéndez, Edgardo De Risio, Antonio Aita, doctor Edmundo Benedetti y señor Epifano.

“INFATIGABLE LUCHADOR”
Tanto en los actos de 1986 como en 1988, los oradores resaltaron las virtudes de Manuel Viegas y de su esposa. Unas de las palabras más elocuentes fueron, sin dudas, las de Pedro D. Rinaldi, quien le había conocido de cerca.

El suyo –escrito en diciembre de 1986- es, quizá uno de los textos breves que mejor refieren a la personalidad de Manuel Viegas, a quien describe como “infatigable luchador, minucioso, exacto y metódico”; cuya acción, “al juzgarla con la precisa perspectiva que brinda el tiempo, bien puede ser calificada como extraordinaria y es merecedora del unánime reconocimiento público por su vocación de servicio”.

“De notables –afirma Rinaldi- méritos morales y virtudes intelectuales, vino un día ya lejano a 9 de Julio, ansioso de integrarse al comercio local, logrando cimentar un respetable hogar al que dedicó sus mejores afanes”.

“La ciudad creciente, en pleno desarrollo, halló en su comprensión un eco auspicioso, apoyando y danto vida a instituciones sociales, culturales y de bien público, a las que se entregó con la vehemencia ardorosa que era una de sus características, concibiéndolo como una misión… Logró hacerlo manteniendo inalterables rasgos propios de su ser: patriotismo indeclinable, fe profunda en el futuro de su pueblo, amor por libertad, […] para enfrentar lo eventual con el criterio certero que le dictaba su dinámico espíritu”.

Carmelo Guaragna procede a descubrir una de las placas del monumento.

FUENTES
– Archivo de Publicaciones Periodísticas de Diario EL 9 DE JULIO. Fondo hemerográfico. Ediciones de diciembre de 1986 y julio de 1988.
– Archivo Personal de Angel Rodríguez. Volumen II (Gentileza de Luis María Peres).
– Notas de adhesión y discursos pronunciados en el acto de homenaje a Manuel Viegas. 11 de diciembre de 1986 (copias xerográficas).

Más noticias