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Nueve de Julio
jueves, marzo 28, 2024

Cáritas Interparroquial celebra sus 60 años de servicio a la comunidad

Una vocación por la solidaridad

Hoy, Cáritas Interparroquial de 9 de Julio, cumple su 60° aniversario de trayectoria al servicio de la comunidad. Una vida institucional de servicio que, a lo largo de seis decenios, ha permitido a innumerable cantidad de familias mejorar su condición de vida, acceder a una vivienda digna o sostenerse en momentos difíciles.
Cáritas Interparroquial no es solamente un espacio de ayuda o asistencia material; es, principalmente, una organización que busca brindar una contención integral a las personas con necesidades, generando vínculos fraternos, favoreciendo la cultura del trabajo, la solidaridad y el bien común.
Cáritas Interparroquial, fiel a los principios de Cáritas Argentina, trabaja para dar respuesta a las problemáticas sociales de la comunidad y, especialmente, de las personas en situaciones de pobreza.
LOS ORIGENES
En la década de 1950, la “Fraterna Ayuda Cristiana” (F.A.C.), la organización que precedió a Cáritas era, por entonces, una de las entidades que trabajaba por la asistencia y el auxilio de los más necesitados. La Iglesia en la Argentina, a través del Episcopado o de otros referentes, en diversas instancias había manifestado su preocupación por los necesitados; y, de hecho, no pocas veces se exhortaba a manifestar la Caridad con acciones concretas en ese sentido.
La F.A.C. había sido fundada en la ciudad de Córdoba alrededor de 1954. Al comienzo, la entidad buscó asistir al personal de la administración pública que había quedado cesante, las más de las veces por no compartir el ideario del gobierno imperante. Poco después, monseñor Fermín Lafitte, quien se hallaba al frente de la arquidiócesis de Buenos Aires, trasladó la institución a la Capital Federal.
De esa forma, la F.A.C. comenzó a extenderse al resto de las diócesis argentinas con numerosas filiales.
Monseñor Agustín Adolfo Herrera, primer obispo diocesano, entendió la necesidad de crear, en los momentos iniciales de su labor organizativa de la Diócesis, crear en esta la “Fraterna Ayuda Cristiana”. La vivencia práctica y concreta de la caridad, considerada tan sustancialmente en su plan pastoral, podía encontrar en ese movimiento un medio por excelencia.
Así pues, el 10 de agosto de 1957, por medio de un auto episcopal dirigido al clero y a los fieles, creaba en la Diócesis la F.A.C. En ese documento recordaba las “obras de asistencia , donde los miembros dolientes y necesitados de la sociedad han hallado siempre un remedio para sus miserias físicas y morales”, a las cuales definía como “testimonios vivientes de la fecundidad de la caridad cristiana”. Del mismo modo, promovía la constitución de filiales parroquiales de la F.A.C., en las cuales puedan participar los fieles “y toda persona de buena voluntad que, sensible al dolor humano, se sienta hermanado en el común ideal de socorrer al necesitado”.
La primera comisión diocesana quedó constituida por Carmelo Guaragna, como presidente; Marcos J. Marenco, vicepresidente; Betty Pons, secretaria; José Montero, secretario; Roque D. Gianossi, tesorero; Noemí Wagner, pro-tesorera; Otilia Bonini, María Cortese, Ricardo Durán y Gildo R. Miglierina, vocales. En el mismo auto episcopal, el prelado llamaba “al clero y fieles […] para que participen con espíritu de generosa solidaridad cristiana…”.
La “Fraterna Ayuda Cristiana”, tanto a nivel diocesano como parroquial, contó con la colaboración de personas pertenecientes a todos los estratos sociales de la población. No sólo, también fueron admitidos aquellos que no poseían una vida cristiana activa, pero que buscaban brindar la ayuda de sus hermanos. El primer asesor de este movimiento fue el presbítero Carlos A. Mullins.
LA CREACION DE CARITAS PARROQUIAL
Cáritas 9 de Julio, la filial de la entonces denominada “Fraterna Ayuda Cristiana” (F.A.C.), fue fundada el 12 de junio de 1960. La primera comisión directiva estuvo integrada, a nivel local, estuvo integrada por Monseñor Herrera como presidente; Florindo Boccatti, director; Edgardo López, secretario; Hugo Baciga lupo, secretario de actas; Domingo Giannossi, tesorero; María Luisa Gri- baldo de Rodriguez, como encargada del Ropero; Marcos Marenco, encargado de Víveres y Zulema F. de Pinciaroli e Irma M. de Reurbeling, fueron designadas colaboradoras. La asistencia médica quedó a cargo del doctor Carlos Régulo Martínez y como asesor de la Obra, fue nombrado el cura párroco de la Catedral, presbítero Lino Giacinti.
Poco después, los laicos miembros de la recientemente creada Parroquia de Nuestra Señora de Fátima se incorporaron a esa comisión.
En 1965 la F.A.C. pasó a llamarse Cáritas Interpa- rroquial 9 de Julio. Dos años antes había comenzado a reunirse los secretariados diocesa- nos que se constituían y en 1969 se realizará el Primer Encuentro Nacional de Cáritas, en Villa Carlos Paz (Córdoba). El principal objetivo del mismo fue responder “Qué es Cáritas en la Argentina, Qué debe ser Cáritas en la Argentina y Cómo hacerlo”.
UNA DE LAS GRANDES ACCIONES: LA CONSTRUCCION Y REFACCION DE VIVIENDAS
Promediando los años setenta, gran parte de las energías de Cáritas se destinaban a la ayuda inmediata, especialmente a través de la donación de alimentos, medicamentos y ropa, como sucedía en la mayoría de las Cáritas de América Latina.
Esa actividad se fue transformando en los años 80, cuando se descubre la necesidad de animar procesos de promoción humana y un mayor protagonismo de quienes participan de los distintos proyectos, procurando el propio desarrollo y el de sus comunidades.
Precisamente, Cáritas Interparroquial 9 de Julio acometió la tarea de promover la construcción de viviendas con el sistema de esfuerzo propio y ayuda mutua. Primero fue construido un horno de ladrillos y, más tardes, una bloquera de hormigón armado. Esta última fue instalada primero en la avenida Río Negro (hoy Cardenal Pironio) y Mendoza y, ulteriormente, fue trasladada al Parque Industrial.
Ruben de la Roza fue, desde sus inicios, uno de los principales mentores y permanente impulsor de este proyecto. Fruto de esa labor fueron construidas veintisiete viviendas que dieron origen a tres barrios; asimismo, unas doscientas viviendas fueron levantadas en terrenos propios.
EL “HOGAR NAZARETH”
Un importante acontecimiento en la historia de Cáritas Interparroquial 9 de Julio fue, sin dudas, la fundación del Hogar Maternal “San José”, que funciona en la calle Hipólito Yrigoyen entre Río Negro (hoy Cardenal Pironio) y Tucumán. Este hecho se verificó merced al apoyo del Diputado provincial Litman Carlos Malis y del recordado Raúl Avelino González (“Lito”), contando con el acompañamiento del Cura Párroco de la Iglesia Catedral, de entonces, el Presbítero Pedro Traveset.
En efecto, el Hogar «Nazareth» fue fundado el 14 de octubre de 1987. El edificio fue adquirido y refaccionado con esfuerzo por lo integrantes de Cáritas quienes, asimismo, contaron con el apoyo del intendente municipal de turno, doctor Abel Alejandro de la Plaza y del Diputado Malis.
En los años iniciales y durante varios lustros, el Hogar fue dirigido por las Hermanas de la Presentación de la Virgen María de Granada, conocidas más genéricamente con el nombre de «Hermanas de la Presentación». Las religiosas tenían su comunidad muy cerca del Hogar, en la esquina de Tucumán y Cardenal Pironio. Tras el alejamiento de las «Hermanas de la Presentación», quedaron a cargo del Hogar, las religiosas de la Congregación de Hijas del Oratorio.

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