[20 de septiembre de 2011] En la segunda presentación en el Argentino B, y su primera presencia como visitante, Once Tigres anoche logró una victoria que será muy recordada ante Ferrocarril Sud en Olavarría. El equipo de 9 de Julio terminó construyendo una goleada muy celebrada (con su figura Daniel González), sobre todo después del trago amargo del debut ante Villa Mitre de local. El domingo el equipo de Santorelli recibirá a Independiente de Tandil.
De movida Once Tigres empezó a lastimar. El «Tigre» estaba agazapado y a los seis minutos sacó sus garras para ponerse en ventaja. En el primer ataque Muñoz habilitó a Bossio, y fue derribado en el vértice del área. Penal que Daniel González resolvió con un toque suave, a la derecha de Díaz para el 1 a 0.
Once Tigres se paró muy bien de entrada y manejó el partido en ese primer tiempo haciéndose dueño del partido. Estableció una clara superioridad física (de envergadura), táctica y futbolística sobre Ferro.
En ese primer tiempo Once Tigres se plantó con el gran trabajo de la pareja de volantes centrales (el reaparecido Ojeda y especialmente el “Pelado” Muñoz) y paró a Ferro donde se lo propuso. Celín reemplazó a Dizeo en la defensa y Bossio entró por San Miguel en la mitad de la cancha.Cuando salió a presionar no lo dejó pasar la mitad de la cancha, cuando esperó en propio campo levantó un vallado infranqueable delante de Cacho.
Recuperaba la pelota y hacía daño. Bossio le ganaba con amplitud el duelo a Barrientos, el “Colorado” Sosa a Morález Páez y en la cancha de arriba Ferro no podía con el grandote Montenegro.
Sosa superó en la derecha a Moralez Páez y sacó un centro que González definió alto, de frente al arco; Montenegro desde 30 metros reventó el palo izquierdo de Díaz, casi cerca del ángulo, y hubo un gol anulado a Venditto (córner desde la derecha, bajado por Montenegro al segundo palo) por posición adelantada.
Ferro sumaba problemas. Con Ramírez demasiado atrasado, sólo Zalazar lograba inquietar a Once Tigres, pero también en zonas poco dañinas. Un encuentro de Zalazar y Cañete se puede contabilizar como la única llegada de Ferro en los primero 45m., aunque Cacho no tuvo tiempo ni para preocuparse.
Dominante, en la previa al descanso Once Tigres puso una distancia más acorde con los merecimientos: salió otra vez Muñoz desde el medio, se metieron tocando en el área González y Montenegro, y cuando el “9” enfrentó a Díaz tocó a su izquierda para que el “Carreta” González se meta con pelota y toda dentro del arco.
El DT de Olavarría Torrisi entendió que debía producir cirugía mayor, metió dos cambios, modificó el dibujo. Con la sociedad Arena – Zalazar mejoró el traslado y se encontró con un rival que con la ventaja pergeñó “otro partido”. Once Tigres se paró del medio hacia atrás para quitar y salir; pocas veces le dio resultado.
La primera volvió a ser para Once Tigres, cuando un corner lanzado desde la derecha aunque no fue certero Villalba (entró por Celín) en el área chica. Zamprogna seguía en cancha, soportando la molestia por un planchazo en el primer tiempo.
Ferro, con su falta de punch, insistía en avanzar por abajo, y tuvo dos o tres situaciones que -de entrar una- podría haber cambiado el mapa mental del partido.
Zalazar hizo una gran apilada de izquierda para el medio y le rompió las manos a Cacho; en una pelota parada Guererro metió un anticipo de cabeza en el primer palo que se fue alto; en otra Rosales punteó sobre el arquero y Venditto salvó abajo del travesaño. Vivas dejó a Cañete mano a mano en la derecha y llegó a tiempo el achique del arquero.
Para sellar la goleada, cuando el toqueteo se empezaba a diluir, en segunda pelota de un córner González llegó al fondo por la izquierda y metió un centro que Venditto sólo tuvo que empujar en la línea del arco a los 34 del segundo tiempo.
De esta manera Once Tigres esperó que pasen los últimos minutos abrazando el 3-0 que marca su primer triunfo en el Argentino B.
