La historia narrada por la hija de su fundador
y mi sobrino ‘Pelusa’ con algunos clientes» (TESTIMONIO DE ROSALIA).
La historia de la comunidad no solamente se escribe con las referencias aportadas por los documentos oficiales escritos; existe una fuente sustancial que nutre el conocimiento del pasado: el testimonio de los protagonistas, sean orales u escritos.
Existió una época en que, los más jóvenes se disponían a escuchar los recuerdos transmitidos de labios de sus mayores. Las historias narradas por nuestros abuelos a la hora del mate o en la sobremesa o las anécdotas de nuestros padres transcurridas antes de nuestro nacimiento. Todo ello es parte vital de la historia, constituye el testimonio vivo del ayer.
Hoy, una página manuscrita escrito en estos días por una vecina de 9 de Julio, nos regala un fragmento de una historia.En una edición anterior , en esta misma sección, publicamos una semblanza acerca de la historia de la Panadería “El Molino”, antes llamada “El Globo”, que ha cerrado sus puertas para siempre en marzo último.
Rosalía Font de Vélez («Cata») es hija de Don Juan Font, propietario de la Panadería “El Globo”, quien la erigió en 1915.
“Cata”, con sus juveniles 95 años, guarda en su memoria infinidad de recuerdos vinculados con la panadería; muchos de ellos, sin dudas, recibidos de labios de sus mayores.
Ante la proximidad de una posible transformación de la esquina donde funcionó por más de un siglo la panadería, “Cata” nos brinda un rico testimonio, que transcribimos aquí en tipografía bastardilla:
Al principio del siglo pasado mi padre, Juan Font, adquirió la Panadería ‘El Globo’, que se hallaba emplazada en Bartolomé Mitre y Santiago del Estero, donde rindió esfuerzo y perseverancia al trabajo y el afecto de cuantos lo trataron, lo mismo que en el seno de los industriales de su ramo.
Viviendo allí compró el molino, que fue la sorpresa de todo el barrio. Además del uso personal, proveía de agua a algunos vecinos que la necesitaban.
Ese molino existe aún y es considerado como una reliquia por su antigüedad.
Pasaron los años y el edificio va a ser derrumbado. ¿Se irá el molino también? Los que lo disfrutamos lamentaremos su pérdida si eso ocurre.
“Cata” fue esposa del recordado Don Carlos Velez, fallecido en 2016. De esa unión nacieron tres hijos, Carlos, Gustavo y Daniel Velez. Asimismo tiene diez nietos (Sofía, Santiago, Julia, Jimena, Tomás , María Celia , Juan Manuel, Fermín, Nazareno y Bautista) y seis bisnietos (Salvador, Baltazar, Paz, Bruno, Iñaqui y Amadeo). Y en pocas horas se verá regocijada con el nacimiento de la séptima bisnieta, Adela.
