En la jornada de ayer falleció en esta ciudad, el apreciado convecino Angel Emilio Rivolta, cuando contaba 84 años de edad.
Como lacerante flama que quema en lo profundo del alma ha llegado a sus relaciones la triste noticia de su desaparición física. Maestro en el noble ejercicio de la docencia y, también, maestro de la vida para muchos que supieron escuchar sus sabios consejos y su palabra siempre oportuna.
Nacido el 6 de septiembre de 1935, los primeros años de su vida los pasó en una quinta familiar ubicada en Mitre y Acceso Perón. Fue uno de los primeros egresados de la antigua Escuela Fábrica, luego Escuela de Educación Técnica Nº 2. En esa casa se formó y, más tarde, por espacio de varias décadas, se desempeñó como profesor de enseñanza práctica. Allí lo conocieron al menos tres generaciones de alumnos, los que fueron sus condiscípulos en las horas fundacionales de la Escuela y quienes fueron sus alumnos.
Se desempeñó laboralmente en el taller mecánico de la firma Enible Cavalli S.A.
Herrero de notable oficio, sus trabajos se caracterizaron por la excelencia.
En su juventud fue un entusiasta futbolista que integró la 1a.División del Club Atlético 9 de Julio.
La Cooperativa Eléctrica y de Servicios «Mariano Moreno» lo contó entre sus Delegados (Acción Cooperativa Lista Celeste), por un período de varios años.
Vivió durante muchos años en la calle Arturo Fron- dizi entre La Rioja y Cavallari, barrio donde cosechó el respeto y la consideración de sus vecinos.
Angel Rivolta fue un hombre de bien, un maestro de alma que abrazó esta vocación educacionista con auténtica dedicación. Amó la enseñanza técnica y supo transmitir ese afecto a otros que siguieron sus pasos y prosiguieron con su legado.
Deja este mundo, en el silencio obligado de estas horas difíciles, en que no es posible tributar a quien ha partido la merecida despedida. No obstante ello, en el corazón de su familia, sus alumnos y sus amigos, vive y vivirá su recuerdo y, a modo de adiós, se elevará al cielo la gratitud de quienes tuvimos el privilegio de conocerlo.
Descanse en paz.
