Hijo de la docente Mary Rovira y del recordado Miguel Angel (metalúrgico). La partida inesperada y repentina de Mario causó mucho dolor por tratarse de un muchacho muy joven y muy querido.
Lamentablemente mientras manejaba su camión por la Ruta 5 en cercanías de Bragado se descompensó y abandonó esta vida terrenal. No sin antes tener en cuenta al otro ya que pese a lo que pasó, se desvió a la banquina para no hacerle daño a nadie. Bueno como pocos. No será olvidado fácilmente por todos quienes lo quisieron mucho. La partida de Mario nos dejó a todos tristes, sorprendidos y con el dolor que conllevan estas muertes de jóvenes alegres.
Mario supo ganarse el cariño y afecto de quienes lo trataron. Servicial, solidario, buena persona, divertido y siempre rodeado de amigos.
El destino lo llevó a trabajar en la ruta, con su camión recorrió miles de caminos sin saber que en uno de ellos iba a parar para alzar sus alas e ir a encontrarse con Dios, allí donde creemos y deseamos que encuentre plena dicha y guiará a su familia y amigos por la eternidad.
