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Nueve de Julio
jueves, abril 18, 2024

Néstor Márquez dejará la jefatura de Bomberos

Su decisión fue dada a conocer en los últimos días

En los últimos días, el jefe del Cuartel de Bomberos Voluntarios de 9 de Julio, Comandante General Néstor Márquez, anunció que pasará a retiro y dejará la jefatura del cuerpo. Este se verificará en el mes de mayo próximo cuando el Comandante Márquez arribe a sus 45 años de servicio.
VOCACION DE SERVICIO
En plena adolescencia, Néstor Márquez, se sintió atraído por una vocación de ser vicio muy particular: ser Bombero Voluntario.
Hace más de cuatro décadas juró como Bombero Voluntario, incorporándose al cuerpo activo. En la historia del cuartel de Bomberos de 9 de Julio, se convirtió en el comandante más joven en asumir la jefatura del cuerpo.
A nivel distrital, provincial y nacional ha desempeñado importantes funciones, como la de director del Comité de Ética de Bomberos Voluntario en la Provincia.
A lo largo de su gestión como jefe de Bomberos, conjuntamente con los esfuerzos de la Asociación Cooperadora, logró posicionar al cuartel entre los más destacados de la provincia, sirviendo como ejemplo de orden, equipamiento y excelencia.
TRAYECTORIA
Nacido en 9 de Julio, muy tempranamente sintió el llamado vocación al servicio como bombero.
Contaba apenas quince años cuando se acercó al cuartel para solicitar su incorporación. Entonces se hallaba al frente del cuerpo el recordado Oreste Boggero. El encargado de tomarle la inscripción fue el segundo jefe, Rubén Loia.
Inmediatamente después de inscripto como aspirante debió comenzar su formación técnica.
“Los cursos –recuerda Márquez en una entrevista mantenida hace unos años con EL 9 DE JULIO- que se hacían en ese época eran de tres meses. Pero tuve que hace un curso, dado que no tenía la de dad mínima requerida de dieciséis años, estuve un año y un mes en calidad de aspirante a la incorporación.
Al principio, desde su familia encontró cierto desagrado en su decisión. Pero luego, de ellos recibió el mayor apoyo.
“Mi madre –explica- había presencia el accidente de dos bomberos, allá por el año 1963, y sentía el temor de toda madre. Después ella, junto a mi padre, me daban la fuerza para continuar y cumplir con mi objetivo, la vocación de ser bombero voluntario”.
El 6 de mayo de 1975, y con dieciséis años, la jefatura del cuartel le requirió la incorporación como miembro del cuerpo activo.
Por entonces, según las disposiciones vigentes, aún sin posee la mayoría de edad, los efectivos podían concurrir a los siniestros. El primero que le cupo participar a Márquez fue el de la vivienda de la familia Margazín, en la avenida San Martín entre Edison y Río Uruguay.
De esa forma fue consolidándose en él, con más énfasis, una vocación, un llamado muy particular al que había dado respuesta siendo adolescentes y que, más tarde, como hombre, habría de llevar a su mayor dimensión.

En 1980, tras el fallecimiento de Oreste Boggero asumió la jefatura el oficial Rubén Loia. Cuatro años después se efectuó un llamado a concurso abierto para la cobertura de cuatro cargos de oficiales que se hallaban vacantes.
Márquez luego de presentarse al mismo obtuvo el segundo lugar entre quienes habían obtenido el mejor puntaje. En consecuencia se le otorgó el cargo disponible de tercer oficial, la primera jerarquía en el escalafón de oficiales. En esa ocasión, además de Márquez ascendieron Ricardo Paz, Norberto Castiglioni y Walter Blaiota.
Unos años más tarde, cuando se hallaba Eduardo del Castillo al frente del cuerpo, fue ascendido a segundo oficial, pasando Paz a desempeñar las funciones de segundo jefe.
En 1987 al producirse el deceso de Ricardo Paz hubo quedado vacante el cargo de segundo jefe, Razón por la cual, el jefe Del Castillo debió llamar a concurso entre los tres oficiales que estaban en el mismo escalafón para la cobertura del mismo. Néstor Márquez obtuvo el mayor puntaje ascendiendo a primer oficial y quedando al frente de la subjefatura, cuando sólo contaba veintinueve años de edad.
Como entonces, las reglamentaciones disponían que los cargos de jefes y segundos jefes no podían ser asumidos por oficiales menores de treinta años, debió aguardar un par de años para asumir la segunda jefatura.
Al producirse la jubilación de Eduardo del Castillo, la comisión directiva de la Asociación de Bomberos Voluntarios de 9 de Julio lo designó jefe, cuando contaba treinta y tres años de edad. De esta forma se convertía en el jefe más joven en la historia del cuartel de bomberos local.
Desde la asunción de Márquez como jefe del cuerpo, el cuartel sufrió una considerable transformación. Además del notable incremento en el personal afectado al servicio, se propició la incorporación de nuevo material para los operativos, nuevas unidades y la instauración de un régimen de disciplina que hace que los efectivos del cuartel realicen un importante labor, signada por claros lineamientos de trabajo.

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