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viernes, abril 19, 2024

Los Jacarandáes

El jacarandá o tarco (Jacaranda mimosifolia) es un árbol nativo de las yungas, la selva nubosa de Salta, Jujuy y Tucumán, y los hay también distribuidos naturalmente en Entre Ríos. Además, es autóctono del Uruguay y del Paraguay. «Tarco» es el nombre que le daban los indígenas que habitaban el noroeste del país; «jacarandá» es un nombre de raíz guaraní.
La floración más llamativa se produce sobre las ramas desnudas de hojas, en primavera. Las copas se cubren de corolas de un tono difícil de definir -entre celeste y lila-, que cambia según la mirada, la luz del momento, el fondo del cielo azul o encapotado y la expresión de los genes de cada ejemplar (porque las hay de color más intenso, casi azul violáceo). Existen también raros ejemplares de flores blancas. Los jacaran- dás se caracterizan por tener corola gamosépala (pétalos unidos), con un solo plano de simetría. Las flores se agrupan en panojas terminales erguidas. Tienen de 3 a 5 cm de largo y forma de tubo, con una pequeña curvatura. Son polini- zadas por insectos y picaflores.
A medida que avanza la floración se produce un efecto llamativo: las corolas casi intactas van desprendiéndose desde la altura y, a veces, el viento las hace volar o las suspende por un instante en el aire, antes de caer y azular el suelo.
A esta floración, o entreve- rada con su final, sucede el despliegue de las hojas, grandes, de hasta 60 cm, de un verde vibrante, finamente divididas, con un impactante aspecto tropical. Sus múltiples folíolos son pequeños (1 cm de largo como máximo), aovado-oblongos y mucronados, siendo el folíolo terminal de mayor tamaño. En algunos países se lo cultiva sólo por su follaje, como planta de maceta.
Durante el verano aparecen de forma esporádica otras floraciones, que pueden sucederse hasta el otoño. Las inflorescencias, ahora bien demarcadas entre el follaje, cobran otro aspecto. Durante el otoño, el follaje se mantiene con un color más opaco y va raleando hasta que, hacia fines del invierno o principios de la primavera, amarillea y cae.
El fruto es una cápsula con dos valvas leñosas de bordes ondulados, que se abre hacia la madurez y suelta innumerables semillas livianas, rodeadas por un borde alado.
El jacarandá es un árbol caducifolio tardío. Puede alcanzar entre 15 y 20 metros de altura por 10 a 17 m de diámetro. Su copa es de irregular a ovoide. Crece rápido en los primeros años, pero luego su crecimiento es medio. Es bastante longevo (hasta más de 100 años). Su madera puede ser utilizada en carpintería para hacer muebles, si se tiene la precaución de utilizarla bien estacionada. Da una madera clara que no debe confundirse con la madera oscura, tan usada en épocas coloniales, de la Dalbergia nigra, una especie endémica del Brasil. Fuente: Jardín  (Espacio Coordinado por gentileza de Nélida Spinetta de Secreto)

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