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miércoles, agosto 6, 2025

Un nuevejuliense en la expedición al fondo del mar

Francisco Brusa en la campaña del Schmidt Ocean Institute

El doctor Francisco Brusa es, en la actualidad, el jefe de la División Zoología Invertebrados del Museo de La Plata e investigador de Conicet. Se trata de uno de los científicos que se encuentra participando de la expedición al Cañón Mar del Plata, en las profundidades del Mar Argentino, que en los últimos días ha atrapado la atención de público a través de imágenes que pronto se viralizaron en las redes sociales.
Francisco es nuevejuliense, hijo de la apreciada profesora Lilian Hayes, sobrino de la recordada doctora Mabel Hayes y nieto del prestigioso notario Raúl F. Hayes. Fue alumno del Bachillerato Físico Matemático de la Escuela Normal Superior.

LA EXPEDICION
En efecto, esta exploración en el fondo del mar en Mar del Plata, que tiene maravillado al mundo a través de su streaming, cuenta con el aporte del equipo de científicos de la División Zoología Invertebrados del Museo de La Plata de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad. Los mismo integran el Grupo de Estudio del Mar Profundo de Argentina (GEMPA) compuesto por investigadores del CONICET y universidades públicas con lugar de trabajo en diferentes institutos ubicado a lo largo de todo el país, la mayoría del grupo trabaja en invertebrados marinos, aunque también algunos se dedican a peces y crustáceos.
En rigor, esta es la cuarta campaña de GEMPA, entre el 2012 y el 2013 se realizaron tres campañas al Cañón Submarino Mar del Plata llamadas Talud Continental I, II y III, en aquella oportunidad con el Buque Oceanográfico Puerto Deseado perteneciente al CONICET y operado por la Armada Argentina, donde se colectó una gran cantidad de invertebrados y peces, con redes de pesca y una rastra por lo cual no hubo oportunidad de verlos en vivo.
“Al cumplirse diez años de este grupo de investigación se elaboró un informe que se presentó al CONICET y fue el puntapié para enviarlo al Schmidt Ocean Institute, organización no gubernamental estadounidense que se dedica a estudiar el mar en distintas partes del mundo y este año se dedica al Atlántico Sur Occidental, el equipo fue seleccionado y en esta oportunidad subieron veinticinco investigadores al buque; de esos veinticinco científicos, veintitrés son argentinos”, explica el doctor Francisco Brusa .
La novedad de esta cuarta expedición es la alta tecnología con la que cuenta el buque, como el robot que se puede sumergir hasta más de 4000 metros de profundidad, que permite ver en vivo con cámaras de alta resolución la diversidad de peces e invertebrados que existen a esas grandes profundidades.

SU PERFIL ACADEMICO
El nuevejuliense Francisco Brusa es Licenciado en Biología (orientación zoología) y Doctor en Ciencias Naturales por la Universidad Nacional de La Plata. Su campo de trabajo es la biología de los turbelarios (Platyhelminthes) de la Región Neotropical. Con énfasis en su sistemática desde un punto de vista morfológico clásico así como con el uso de herramientas moleculares, Francisco emplea técnicas de campo para la colecta de los taxones involucrados habitantes de distintos ambientes; técnicas de laboratorio adaptadas a los distintos taxa y métodos de estudio; técnicas de análisis de datos desde un punto de vista sistemático morfológico y molecular. Ha publicado importantes trabajos académicos sobre su especialidad , participado de congresos vinculados con su área y, desde luego, ha participado en diferentes campañas y expediciones oceanográficas, tales como las realizadas al Cañón submarino de Mar del Plata (las tres campañas de 2012 y 2013) .

LA IMPORTANCIA DE ESTA CAMPAÑA EN LA MIRADA DE FRANCISCO BRUSA
Acerca de esta campaña y de las posibilidades técnicas que ofrece, Sebastián explica que su equipo trabaja “con un grupo muy raro que en general, en anteriores campañas que se conectaba con redes, nunca se había encontrado”.
“Trabajo –añade- con gusanos, gusanos planos, parientes de los parásitos, pero estos son de vida libre. Hace un rato colectaron uno. Y claro, como los medios de colecta no son muy delicados en general, cuando viene la rastra se rompen. Entonces nunca llegaban enteros al barco. Y ahora al poder verlos y succionarlos con esta máquina de succión, estamos consiguiendo ejemplares vivos. Entonces vamos a poder citar o mencionar o describir seguramente especies nuevas de estos gusanos. Eso para nosotros es buenísimo, espectacular. Para la comunidad mundial también lo es, porque, en gran medida, no se conoce la fauna de esta parte del planeta”.

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