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viernes, junio 27, 2025

1° de Mayo: hoy se celebra el Día del Trabajador

El 1º de Mayo se conmemora, en todo el mundo, el Día del Trabajador, que recuerda a los obreros ejecutados en los Estados Unidos tras el reclamo de reivindicaciones laborales. En la historia argentina, la fecha también resulta emblemática.
El 1º de Mayo de 1886, un grupo de obreros estadounidenses se movilizó en reclamo de reivindicaciones laborales, entre ellas el pedido de reducción de la jornada laboral a 8 horas. La protesta, llevada a cabo inicialmente por 80.000 trabajadores, pronto desembocó en una huelga nacional que afectó a numerosas fábricas. La fuerza demostrada por los obreros en su reclamo marcó un antes y después en la historia laboral, instaurándose aquella fecha como el “Día del trabajador”.

Mártires de Chicago.

LOS MARTIRES DE CHICAGO
Fue en Chicago, una de las principales ciudades norteamericanas, donde comenzó el movimiento. El primero de mayo de 1886, Albert Parsons, líder de una de las organizaciones laborales, dirigió una manifestación de 80 mil trabajadores a través de las calles de Chicago, solicitando la reducción del horario laboral a ocho horas diarias.
La mecha prendió y, en los días siguientes, se unieron a la huelga 350 mil trabajadores de todo Estados Unidos.
Ya en noviembre de 1884 se había celebrado – en la misma ciudad – el IV Congreso de la American Federation of Labor, en el cual se propuso que a partir del 1º de mayo de 1886 se obligaría a los patrones a respetar la jornada de 8 horas y, si no, se iría a huelga. Sucedió entonces que se promulgó la ley, pero no se cumplió.
Ante esto, las organizaciones laborales y sindicales de Estados Unidos se movilizaron, y paralizaron el país, con más de cinco mil huelgas: «Ocho horas de trabajo, ocho de reposo y ocho para la recreación», esa fue la consigna.
El punto cúlmine sucedió en la Haymarket Square de Chicago, en un barrio de frigoríficos y aserraderos, cercano a una comisaría, donde se realizaba un mitín. La manifestación derivó en un enfrentamiento con la policía y -sin que nunca se supiera cómo- alguien tiró una bomba, que mató a varios policías. Tras el caos que se desató, el saldo final fue 38 muertos y 115 heridos y el proceso judicial para los líderes anarquistas. Cuatro de ellos fueron acusados, juzgados y finalmente ejecutados el 11 de noviembre del mismo año. A ellos se les conoce como los Mártires de Chicago: Albert Parsons (estadounidense, 39 años, periodista), August Spies (alemán, 31 años, periodista), Adolph Fischer (alemán, 30 años, periodista) y Georg Engel (alemán, 50 años, tipógrafo).
Asimismo, Louis Linng (alemán, 22 años, carpintero) se había suicidado antes en su propia celda. A Michael Swabb (alemán, 33 años, tipógrafo) y Samuel Fielden (inglés, 39 años, pastor metodista y obrero textil) les fue conmutada la pena por cadena perpetua y Oscar Neebe (estadounidense, 36 años, vendedor) fue condenado a 15 años de trabajos forzados..
José Marti, corresponsal en Chicago de «La Nación» de Buenos Aires, relató la ejecución con las siguientes palabras: «…salen de sus celdas. Se dan la mano, sonríen. Les leen la sentencia, les sujetan las manos por la espalda con esposas plateadas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca como la túnica de los catecúmenos cristianos… abajo la concurrencia sentada en hilera de sillas delante del cadalso como en un teatro… plegaria es el rostro de Spies, firmeza el de Fischer, orgullo el del Parsons, Engel hace un chiste a propósito de su capucha, Spies grita que la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora… los encapuchan, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos cuelgan y se balancean en una danza espantable…».

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