Fue un médico y político querido por su pueblo
Días pasados se cumplió el 30º aniversario del fallecimiento del doctor Norman W. Moscato, acaecido en la ciudad de La Plata, el martes 24 de enero de 1989.
Alguna vez se ha dicho que los hombres justos, los virtuosos, aquellos que no buscaron tanto su bien, como el de los demás, no mueren. Aquellos que, en su derrotero, sembraron para con sus semejantes, el amor y la caridad que desplegaron en torno de quienes más los necesitaban, los mantienen vivos en el corazón de las comunidades donde sirvieron… El paso de las generaciones y, aún así, la muerte de las palabras, jamás podrían agotar la persistencia de su testimonio… ese ardor con que vivieron, esa vida que derramaron.
El doctor Norman W. Moscato fue una de esas personas cuyo óbito, no puede quitar de entre nosotros, así como el ocaso no puede empañar la luz del alba. Pues, existe el recuerdo imperecedero que nos dejó su paso por la vida.
Había nacido en 9 de Julio el 25 de agosto de 1933. Sus estudios los cursó en el Colegio Cavallari y hacia 1951 ingresó en la Facultad de Ciencias Médicas, de la Universidad Nacional de La Plata. Allí fue condiscípulo del doctor Santiago Meli, con quien lo unió una estrecha amistad de muchos años.
En la Federación Universitaria de La Plata (F.U.L.) participó de la política estudiantil. Formaba parte de un movimiento cuyo asesor era Osvaldo Balbín, hijo del renombrado dirigente político.
Por este tiempo, en sus visitas a 9 de Julio, participaba de algunas audiciones de radio «Splendid», donde también colaboraba su hermano Walter.
El 6 de mayo de 1959 se graduó de doctor en Medicina, recibiendo su diploma el 8 de setiembre.
FUNDADOR DE CLINICA INDEPENDENCIA
Poco después de graduado, finalizada la residencia, junto con el doctor Meli, decidieron retornar a 9 de Julio. Con un grupo de médicos, entre ellos los doctores Carlos Martínez, Néstor Lisazo, Busignani, Juan Carlos Fage y Juan Lorenzo Kersich, fundaron la Clínica Independencia. Este será uno de los espacios donde el médico desarrollará su profesión, brindándose por entero a sus pacientes.
Tanto aquí, como en el Hospital público donde brindaba atención, sus pacientes encontraban a un profesional que además de sus conocimientos médicos, podía brindarles una dedicación humanitaria. Con cada uno, el doctor Moscato, entraba en una cierta empatía: les conocía, les quería y sabía de sus necesidades.
EN EL CLUB ATLÉTICO «SAN MARTÍN»
Moscato Fue uno de los más activos colaboradores del Club Atlético «San Martín». Aquí, podía vérsele colaborando con la institución o compartiendo momentos gratos con sus amigos.
Le cupo presidir la institución en 1963, aquel año en que el club se adjudicaba el campeonato, venciendo con tres puntos de ventaja, antes de la culminación de la fecha.
LEGISLADOR PROVINCIAL
Desde muy joven, el doctor Norman Moscato había adherido a las filas de la Unión Cívica Radical, el Radicalismo del Pueblo, cuyo referente era el doctor Balbín. Representando a esta fuerza había sido candidato a la intendencia municipal de 9 de Julio, durante los comicios de 1973.
Con el advenimiento del sistema democrático, en 1983, fue elegido diputado de la Legislatura de la provincia de Buenos Aires. Asumió el 24 de noviembre de aquel año, para culminar el 10 de diciembre de 1987. Durante este lapso, desempeñó el cargo de vicepresidente primero del bloque de diputados de su partido.
Desde este cargo también lo conocieron sus conciudadanos: solidario, preocupado por los problemas de su comunidad y de la provincia… Las múltiples preocupaciones de esa función pública no lograron desvirtuar su carácter afable y cercano, si sonrisa y su mirada sincera y llena de optimismo. Difícilmente encogiera su seño, aunque el trabajo y la fatiga lo abrumaran.
SU RECUERDO, SU LEGADO
El día en que fueron sepultados sus restos una multitud, pocas veces observada en lo sucesivo, acudió a despedir al destacado médico y político nuevejulienses. Por la capilla ardiente, que fue instalada en la sala de sesiones del Concejo Deliberante de 9 de Julio, desfilaron hombres, mujeres y niños de todos los estratos sociales.
En la oportunidad, algunos oradores destacaron la personalidad de Moscato. Francisco Pastor, en nombre de la comisión directiva del Club “San Martín” expresó que “9 de Julio ha perdido a un preclaro hombre de la ciencia médica, a un gran benefactor de la sociedad, a un ciudadano correcto y apreciado”.
“El nombre –decía Pastor- de Norman W. Moscato habrá de perdurar en los tiempos en el corazón de su pueblo. El médico de los pobres ya no estará más latiendo junto al corazón de los necesitados; el amigo consecuente de la tertulia amena faltará a la cita, pero estará su presencia soberana y consejera en cada encuentro”.
En nombre del Partido Justicialista, el concejal Héctor O. Zabala, definió a Moscato como “un ejemplo de hombre público, comprometido con los intereses del bien común y sobre todo con aquellos inmediatos que movieron a la comunidad”.
“Mostró en su andar el desinterés de los grandes, con sentido social y lleno de sacrificio”, expresaba Zabala.
Han transcurrido 30 años desde su fallecimiento; pero, aún así, la figura del doctor Norman Moscato se mantiene viva. La sonrisa del médico bueno, la comprensión del amigo sincero y la honradez del político de raza son recuerdos que se mantiene inalterables entre quienes lo conocieron. Y para las nuevas generaciones ha quedado su legado, su ejemplo.
