A raíz de los acontecimientos, que son de público conocimiento, sucedidos en el Instituto Jesús Sacramentado, reflejados por los medios de comunicación, realizamos estos comentarios a la sociedad.
Ante todo, deseamos dejar de lado a los alumnos, no porque no sean responsables de los hechos, no porque no puedan discernir lo que está bien de lo que está mal, no porque haya que protegerlos sin justificación alguna, no porque no hayamos hablado con ellos en las aulas, en los recreos, en cada momento, sino porque en este caso, como en muchos otros terminan siendo víctimas de lo que los adultos omitimos o dejamos de mirar, porque es más fácil. Trabajar con y para ellos sigue siendo nuestra principal causa. Si sentimos que, somos los adultos quienes debemos reflexionar y actuar, lo primero va de la mano de lo segundo, de lo contrario no sirve.
Ante todo, reiteramos en público lo que ya hemos hecho en privado: pedirles las disculpas correspondientes a las autoridades del Instituto Jesús Sacramentado con quienes nos une un cariño de años, que se traslada a un respeto que nada de lo que aconteció podrá empañar.
Ante todo, deseamos transmitirles que como colegio podríamos decir: “nuestra escuela estaba cerrada”, “No somos responsables de lo que acontezca fuera del ámbito educativo”, “No es tarea nuestra controlar las previas” o “evitarlas”. Todo ello es cierto. Sin embargo, a pesar de no ser los responsables de lo sucedido, a pesar de tener en claro que la cadena es más grande: rol de los padres, en primer lugar, comercialización del alcohol (recordemos que existe una ordenanza que lo impide), control efectivo del cumplimiento de esa disposición por parte de las autoridades correspondientes, habilitación de quintas para tal fin; asumimos lo que nos toca, como corresponde a personas adultas que estamos preocupados y queremos ayudar desde nuestro lugar. Por eso, abrimos las puertas de nuestra institución para que se habilite un espacio de encuentro con autoridades de los demás establecimientos educativos de la ciudad y con nuestros superiores de supervisión, con la finalidad de escucharnos, acompañarnos, buscar consensos y exigir un real compromiso con estos hechos y los que se aproximan.
También ocupan un rol destacado los medios de comunicación, a ellos deseamos decirles que estamos de acuerdo en la difusión de la noticia, pero siempre recavando la información, la fuente. Nunca un periodista puede llevarse por trascendidos, aunque sean más atractivos al momento de comunicar.
Por último volvemos sobre nuestros alumnos. Estamos convencidos que no se trata de “mano dura” ni tampoco el “vale todo”. El problema va más allá de ello. Sabemos que quienes lean esta nota (adolescentes), quizás no comprendan nuestras inquietudes, que están en otra etapa de la vida, pero también sabemos que tenemos el compromiso de cuidarlos. Cuidarlos en serio. No podemos seguir viendo la película de cómo deambulan por la ciudad, no podemos quedarnos esperando lamentar y sentir que es tarde. Nunca es tarde, para mostrarles a ustedes y mostrarnos a nosotros mismos, que hay más vida a nuestro alrededor que muerte, vida para ser bien vivida y bien gastada.
Roberto Ferrari
Vicedirector Nivel Secundario
Instituto San Agustín José Manuel Groesman
Director Nivel Secundario
Instituto San Agustín
