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viernes, marzo 29, 2024

Fue consagrado el altar del Santuario Diocesano

En el marco de la solemne ceremonia

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El pasado jueves, en coincidencia con la celebración del 10º aniversario de la consagración episcopal del actual Obispo diocesano, monseñor Ariel Torrado Mosconi, tuvo lugar la solemne ceremonia de dedicación del Santuario Diocesano de Nuestra Señora de Fátima al culto divino y la consagró el altar. La misma fue presidida por el Obispo diocesano y concelebrada por el cura párroco de la Iglesia catedral y rector del Santuario, presbítero Guillermo Gómez y por los vicarios parroquiales Adolfo Petti y Ariel Palanga.
UNA TRADICION ANCESTRAL
Según la tradición de la Iglesia Católica, todo recinto sagrado católico existe para reunir a los fieles en los actos de culto y la adoración comunitaria a la Santísima Trinidad. Por tratarse de lugares en los que Dios tiene su morada y los sacerdotes renuevan el sacrificio de Cristo en la cruz, la Iglesia ha dispuesto una liturgia solemne de dedicación para agradecer al Señor.
Por otro lado, y en sintonía con una costumbre ancestral íntimamente ligada con la devoción popular, los recintos dedicados al culto suelen estar encomendados específicamente a una advocación de la Santísima Virgen, a un símbolo de la fe o a un santo, que interceden ante Dios para que la labor apostólica del recinto dé frutos abundantes.
LA HOMILIA DEL OBISPO
Monseñor Ariel Torrado Mosconi, al dirigirse a los fieles que se encontraban presentes, definió al Santuario Diocesano como «Casa de Comunión, Hogar de todos».
El prelado explicó que, «la Palabra de Dios proclamada y los gestos rituales muestran claramente cuál es el significado más hondo de esta celebración y su sentido para la vida cristiana».
«Me gustaría -añadió- compartir una reflexión sobre tres realidades evidentes de esta liturgia e igualmente fundamentales para la fe y el seguimiento del Señor: el Santuario, el Altar y la Palabra. “Esta es la casa de Dios y la puerta del cielo” esta afirmación del libro del Génesis y el Evangelio de Lucas nos ayudan a descubrir, también, el cometido de este lugar en la obra de Dios y la misión evangelizadora de la Iglesia: lugar de vida, salvación y esperanza».
Monseñor Torrado Mosconi indicó que, «la iglesia dedicada hoy solemnemente a Dios en honor de la santísima virgen María, es lugar que reúne, cobija y refugia; es espacio privilegiado para el encuentro y la experiencia de Dios».
«¡Cómo deseo -subrayó- que este lugar llegue a ser un espacio de silencio para que todos podamos percibir la voz de Dios, para intimar con él en la oración y para salir renovados al tener aquí una fuerte experiencia de la presencia y la obra de Dios!».
El Obispo, en un pasaje de su alocución, relación esta celebración con el objetivo pastoral diocesano: «caminar en comunión para anunciar a todos la alegría del Evangelio».
«Puede decirse que el Santuario es el lugar más indicado, adecuado y apropiado para llevar a la práctica y concretar esta meta ¡A todos y cada uno de nosotros, en la medida de nuestra vocación dentro del santo pueblo fiel de Dios, nos toca hacerlo realidad!», concluyó.

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