Hermenegildo Abel Chaves, el sábado pasado, dejó de existir en esta ciudad, a los 78 años. Era un conocido vecino que en estos últimos 45 años se desempeñó en carácter de mozo en la tradicional
Pizzería Potteti, en donde ahí, la clientela podía observar a diario el cuidado que ponía siempre en la atención de las mesas. El Negro Chaves como cariñosamente lo llamaban sus seres queridos, desde niño comenzó a conocer los secretos de la gastronomía. Apenas cuando contaba con 8 años de edad, en su pueblo natal, ingresó a la cantina del Club A. La Niña para trabajar como lavacopas , más tarde fue adquiriendo la práctica de mozo y fue buscando otros destinos dentro del ramo, en 1961 se radicó en 9 de Julio, incorporándose al ex Bar “Alhambra“ de Gornatti, Schmitd y Malizia. Más tarde se radicó en Carlos Casares para instalar una confitería con Ré y Crespo. En 1971 retornó a esta ciudad para trabajar en el ex Restaurante “Cla Lauquen“, para recalar finalmente en la Pizzería Potteti hasta final de sus días- El poeta Raúl Menéndez le rindió un justo homenaje a través de sus décimas, con las cuales recorre gran parte de su vida. Casado con Mirta O. Sánchez, tenía tres hijas.
El sepelio de sus restos se efectuó el día 9 de diciembre de 2018, a las 10 horas, en el Cementerio de 9 de Julio, previa ceremonia religiosa en la sala velatoria.
Una despedida singular
Para el amigo Chaves
Familia Potetti
Trascender la vida y poder regresar y quedar en el recuerdo, no para provocar lágrimas, sino para dibujar una sonrisa, es una manera de mantener con fuerza nuestros corazones.
Aprender a atravesar esta adversidad pero sin que se nos seque el corazón por Hermenegildo Cháves.
Cháves, el SEÑOR CHAVES, nuestro fiel amigo, el maestro ¡Qué mejor título! para nuestro familiar que sin ser familiar durante 45 años orló nuestro crecimiento en nuestra pizzería.
Él despertó lo que está dormido en esta sociedad actual:
Servicial en su decir,
servicial en su atención
don de gente en su calidez
gentil en su presencia
ético y profesional.
Sus valores no volátiles, su responsabilidad, su compromiso, lo decoró como el Sr.Cháves que se ganó en su humildad y sencillez el reconocimiento de un grande para permanecer porque siempre presencia y nunca ausencia en su atención a su público.
Gracias Cháves te ganaste el cielo en la tierra.
Ofelia, Guillermo, Gustavo, Silvina y Lara Potetti.
