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jueves, abril 25, 2024

La Violencia en el Futbol

 

gallollorente-eduardo

Nota de opinión

Casi desde los comienzos de los torneos de futbol en nuestro país, un poco antes de 1920, ha habido hechos de violencia en el futbol argentino. Siempre hubo hinchas enfervoriza- dos o fanáticos que cuando el resultado no los favorecía trataban de amedrentar a la terna arbitral o a los jugadores del equipo contrario tirando objetos contundentes o ingresando al campo de juego. Todo esto se ha ido agravando con el paso del tiempo y hoy en día los barras bravas, término que se empezó a utilizar en la década de 1960, manejan muchos recursos ligados el negocio del futbol y sus colaterales como los trapitos, etc.
Lo que hemos vivido en los últimos días en nuestro país con relación a este tema es de una gravedad inusitada por la magnitud y por la cantidad de episodios. Hace unos días, todos los que miramos noticieros observamos a la hinchada de All Boys atacar a la policía y destruir autos de esa fuerza de seguridad sin que los oficiales pudieran defenderse ya que no tenian los elementos apropiados, balas de goma, cascos y escudos. En una palabra atacan a la policía y estos no pueden hacer nada. Sin embargo, el hecho más grave ocurrió el último sábado cuando los hinchas de River atacaron a piedrazos y botellazos al ómnibus que transportaba a los jugadores de Boca y algunos de ellos terminaron lesionados. En un principio se postergó el partido varias veces, hasta que finalmente se suspendió para el domingo. El público, 60.000 hinchas, no fueron respetado en ningún momento y estoica y ordenadamente primero esperó pacientemente y luego se retiró en orden. Se los convocó para el día siguiente y poco antes de comenzar el partido, el presidente de Boca y su director técnico brindaron una conferencia de prensa y dijeron que no estaban dadas las condiciones para que el partido se jugara y no se jugó. El papelón fue internacional, ya que pocas veces hubo tantos periodistas extranjeros acreditados para un evento deportivo en nuestro país. La prensa de todo el mundo se rió de los argentinos, un diario peruano tituló “Pelotudos” en referencia, por supuesto, al bochornoso hecho que todavía no fue aclarado por los encargados de la seguridad.
¿Por qué el micro tomó ese camino cuando había mejores alternativas de recorrido para llegar al estadio? ¿Por qué no se alejó a esos hinchas de River de la esquina de Av. Del Libertador y Quinteros? Era de suponer que iban a atacar al ómnibus tirándole objetos contundentes en esa esquina donde el micro debía pasar a baja velocidad. Ya esto ha sucedido en otras oportunidades. Estas y otras preguntas que muchos nos hacemos hoy no tienen respuesta.
La mujer que escondía bengalas debajo de la ropa de su hijo pequeño es otro hecho que, aunque algunos le restan importancia, a la mayoría nos parece una barbaridad. Las explicaciones dadas por su abogado de que era una forma de manifestarse en contra de la seguridad del partido y en contra del G20 era una forma de tomarnos el pelo a todos los televidentes.
El allanamiento de la casa de Héctor Godoy, alias “Caverna”, pone de manifiesto algo que es de público conocimiento: la convivencia entre dirigentes, políticos y barras bravas. Hoy recuerdo la patética conferencia de prensa en la que Cristina Fernández de Kirchner defendió a los barra bravas. Una vergüenza.
En la actualidad en la Argentina no sólo no se puede organizar un partido sin la presencia de la hinchada visitante sino también está cuestionada la presencia de hinchas locales.
Como dijo Marcos Aguinis “la extrema izquierda nos quiere convencer que tratar de conservar el orden es represión”. Esto en gran parte es culpa de Cristina y de la izquierda nacional que hablan todo el tiempo de no “criminalizar la protesta”. Recordemos solamente los episodios recientes afuera del Congreso Nacional y en las marchas por Santiago Maldo- nado.
Ese mismo domingo de la super final suspendida por segunda vez contrastó con la final del campeonato de Rugby de primera división entre Alumni e Hindú, donde las dos hinchadas compartieron las tribunas de la cancha del CASI en San Isidro en total armonia. Por ello, la educación y el respeto por el prójimo es tan importante para tratar de inculcarlo a todos, pero mientras los negocios , el narcotráfico y la política metan la cola en el fútbol va a ser difícil.

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