Si uno quiere conocer si su peso es saludable, no sirve tanto la balanza sino una cinta métrica. El perímetro de la cintura es un dato más importante.La obesidad abdominal es una fuente de riesgos notables para la salud. Y recién después uno se puede subir a la balanza y averiguar si además, hay sobrepeso. En caso afirmativo, se debería comenzar un plan de alimentación saludable y actividad física.
Los peligros del exceso de grasa localizada alrededor de la cintura no son pocos. Tener panza equivale a un mayor riesgo de infarto de miocardio, infarto cerebral, diabetes u otras dolencias menores, como el insomnio, según la Escuela de Medicina de Harvard (EEUU).
Las cifras de perímetro de cintura no deben superar los 88 cm en caso de las mujeres, y los 102 cm para los hombres. Aunque conviene estar alerta un poco antes. Se consideran ya zonas de riesgo los 82 cm en mujeres y los 95 cm en hombres. Se sabe con certeza que la grasa visceral, la que rodea a los órganos, no es una grasa inerte. Al contrario, es capaz de producir cambios metabólicos y modificar el perfil lipídico, de manera que aumentan el colesterol y los triglicéridos, así como las posibilidades de trombosis.
La obesidad central también aumenta la tensión arterial y causa resistencia a la insulina, de modo que existe un mayor riesgo de padecer diabetes. Numerosos estudios consolidan esta idea. Otro parámetro muy preciso es el índice cintura/cadera, es decir, el resultado de dividir el perímetro abdominal por el perímetro de la cadera. Por encima de 0,8 en mujeres y de 0,95 en hombres ya se habla de obesidad central.
Por esa razón, se pone en duda el índice de masa corporal (IMC), resultado de dividir el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su altura en metros. La Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que, con un índice inferior a 25, uno puede considerarse sano y sin riesgos asociados al peso. Pero esta idea está altamente cuestionada, ya que el IMC no dice nada con respecto a la distribución de grasa, asunto sumamente importante para el riesgo cardiovascular.
En realidad, hay un elevado número de personas consideradas delgadas por su IMC, pero con un perímetro abdominal excesivo. Y hay que estar alerta, ya que a la larga, la grasa abdominal va a poner en situación de riesgo cardiovascular.
La solución para cualquiera de estas situaciones es la conocida combinación de alimentación saludable y ejercicio regular. Para reducir la grasa abdominal hay que hacer trabajo muscular con ejercicio aeróbico de intensidad moderada pero durante largo tiempo.
Se trata de un tema de salud y no de estética.
Sofía Villarrica
Lic. en nutrición
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