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jueves, abril 25, 2024

Entre plantas y flores. Emprendimiento productivo: Tulipanes

 

En la Península San Pedro a metros del Nahuel Huapi Pedro Smekal se dedica al cultivo de tulipanes para luego comercializar sus bulbos. Así cada octubre la tierra se tiñe de mil colores gracias al trabajo manual y dedicado que realizan en Chacra Danubio.
La familia Smekal como tantas otras familias que vivieron las guerras, decidieron dejar Austria, su país natal, escapando de la hambruna posbélica y en busca de una mejor vida. En 1948 recala- ron finalmente en la Argentina más precisamente en Villa Ballester Provincia de Buenos Aires.
Comenzaron dedicándose a la granja y embutidos con sus chanchos y gallinas.
Fue en el año 55 cuando Don Smekal padre de Pedro vio un cartel de la ciudad de Bariloche en plena Estación Constitución. La decisión estaba tomada. Abordaron el tren Lagos del Sur y allí se dirigieron. Con el tiempo adquirieron la Chacra Danubio en la Península de San Pedro que hoy sigue siendo hogar de Pedro y sus tres hermanos. La chacra se extiende en una superficie de 20 hectáreas con 2 km de Costa sobre el Nahuel Huapi. Quizás fue durante sus viajes a Holanda junto con su abuela que era muy jardinera y tenía tulipanes cuando nació esta pasión que marcó su vida. En 1969 se fue a ese país a trabajar con un exportador de bulbos. Aprendió las labores en campos de cultivo de variadas plantas ornamentales y especialmente de tulipanes.
Al volver a la Argentina vinieron tras él los primeros bulbos. El primer paso era necesario cambiarles el ciclo porque eran del hemisferio norte. Entonces tuvo que plantarlos en cajoneras, dejarlos en la sombra y cuando empezaron a desarrollarse ponerlos al sol y al calor. En alguna ocasión provó con tulipanes de Nueva Zelanda pero venían con un virus difícil de erradicar. Los de Holanda son los más baratos y de la mejor calidad y tienen una producción fantástica.
Entre marzo y junio Pedro planta los bulbos que florecerán a partir de fines de septiembre y en octubre. Todo el trabajo es manual y lo realiza el solo. 70 horas de trabajo plantando aproximadamente 1000 bulbos por hora «me conviene hacerlo a mí solo, me cansé de la gente que es complicada para trabajar. Ya tengo la experiencia suficiente como para conocer el trabajo y medir los tiempos» cuenta este hombre de pocas palabras pero que a pesar de los años sigue teniendo la energía para llevar a cabo y seguir de cerca cada detalle de su cultivo.
El tiempo de cosecha de los tulipanes es de tres o cuatro semanas. También se cosechará a mano empezando a principios de diciembre y terminando los primeros días de enero. Los de tamaño comercial son los que se embolsaron en bolsas rejilla y se clasificarán con el nombre de la variedad para la venta.
Al principio de la primavera los largos surcos de tulipanes dominan el paisaje de Chacra Danubio.

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