Anoche, en el salón de convenciones del Hotel Libertad de esta ciudad, tuvo lugar una interesante conferencia ofrecida por el economista Ernesto Mattos. Licenciado en Economía por la Universidad de Buenos Aires, donde es catedrático, uno de sus temas de investigación tienen que ver con el crecimiento económico y la tendencia a la concentración de la producción y el uso de la tierra en el sector agropecuario. Además, entre otras funciones, se desempeña como investigador en el Centro Cultural de la Cooperación.
En 9 de Julio fue invitado por la Comisión de Asociados de la filial local del Banco Credicoop y su charla versó acerca de la situación del agro argentino y su rol en la estructura productiva nacional.
En nombre de la entidad anfitriona, como introducción a la exposición, Ricardo Morosi y Daniel Salimbeni presentaron al licenciado Mattos.
CIERRE DE TAMBOS Y CAIDA EN LA PRODUCCION INTERNA
Poco antes de comenzar su charla, en contacto con la prensa, Ernesto Mattos invitó a “pensar una agricultura vinculada con el arraigo de las familias en el campo, que evite la desaparición de las unidades productivas que hoy se encuentran en peligro trae el avance de algunos productos de exportación”.
De acuerdo referencias brindadas por el entrevistado, “el año pasado cerraron cuatrocientos tambos, esto es muy preocupante”. El actual, en su opinión, es “un contexto crítico en el que las principales economías se van cerrando para proteger sus mercados”.
Mattos bregó por lograr el “fortalecimiento del mercado interno diversificando la producción, evitando poner el énfasis en un producto único”.
El disertante recordó que, “la industria alimenticia argentina es una de las principales en el país, el segundo sector económico que genera más divisas desde los ‘últimos quince años”.
Por otra parte, subrayó que “la producción ganadera del año pasado cayó, según lo indicado por la Cámara de la Carne, verificándose un menor consumo interno y un crecimiento en las exportaciones”.
“Esta realidad –añadió- es preocupante, dado que el consumo interno tradicionalmente se ha mantenido elevado, al punto de ser de un 80 o 90 por ciento contra un diez por ciento destinado a la exportación. Al crecer el porcentaje de exportación de carne vacuna estaría poniendo de manifiesto que el sector va dejando de producir para el consumo interno”.
Acerca de la problemática de la Ley de Semilla, Mattos sostuvo que “es preocupante para el productor, a futuro, pensar que deba pagar un canon por algo que es de uso tradicional y libre”.
