Antes de la primera reunión para tratar la situación salarial de los docentes las autoridades y los gremios expresan distintas posturas. El referente local de UDocBA, José Luis Bazzetta consideró que «pensamos en positivo porque este año la Gobernadora va a contar con 50 % más de presupuesto y recibió 25 mil millones de pesos de parte del Gobierno de Macri».
En ese sentido, Bazzetta entiende que el «aumento debe ser considerable para encontrar una solución, dejar conformes a los trabajadores de la educación. Tenemos buena predisposición y evitar conflictos, porque defendemos la escuela pública».
«Recursos hay, esperemos que los reasignen a educación: a salarios, infraestructura y comedores para salarios e infraestructura.
Para el próximo lunes 6 fue convocado a la reunión que está prevista con la participación de los ministros de Educación, de Trabajo y existe la posibilidad que se sume la Gobernadora, para tratar el tema con los gremios docentes.
«Si bien el año pasado no firmamos el acuerdo paritario, el Gobierno se había comprometido a abrir paritarias pero no cumplió. El año pasado el aumento fue del 34 %, pero la inflación fue del 42 %. Perdimos un 8 %.
«En esta negociación se va a reclamar lo que se perdió el año pasado. Este año se calcula que la inflación va a ser de un 25 %, es por eso que no se puede hablar de un 18 % de aumento como dicen. Queremos que haya una recomposición salarial como corresponde para tener conformes a los trabajadores y que todo funcione bien», adelantó Bazzetta.
El representante de UDocBA afirmó que la idea es cubrir las necesidades básicas. «El 50 % de los docentes ganan menos de 12 mil pesos. Hoy se necesitan 13 mil pesos para no ser pobres. Eso se debe solucionar».
«Es importante que se hagan obras, pero se debe solucionar el problema de los trabajadores. Esperemos que haya inteligencia y buena voluntad de la clase política para encontrar una buena solución», consideró Bazzetta pidiendo que los fondos se asignen donde corresponden.
En cuanto a las expectativas, señaló Bazzetta que se pretende que «al menos la gente no pierda con la inflación. Además sería una forma de reactivar el consumo, recomponiendo los sueldos».
