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Nueve de Julio
viernes, abril 19, 2024

Mariano Delamer

Una pasión futbolera
* Siendo niño comenzó a practicar el fútbol en el Club y Biblioteca «Agustín Álvarez».
* En la misma institución que lo recibió, desarrolló toda su carrera deportiva y en la actualidad presta un importante servicio en la coordinación de las divisiones inferiores.
* Jugador destacado en nuestro medio, es un referente indiscutido en materia de fútbol.
* Profesor de Educación Física, el fútbol no le ha privado de practicar otros deportes.
* Días pasados, al retirarse como jugador de fútbol, recibió un merecido reconocimiento.

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Puede decirse, sin dudas, que Mariano Delamer no se retira del fútbol. Si bien, ha decidido alejarse del campo del deporte como jugador, su vinculación con esta actividad deportiva es constante. Ahora, ha de volcar toda su experiencia, la solidez de su preparación tanto teórica como práctica, en la formación del «semillero», de los nuevos valores futbolísticos que surgirán para ser grande a este deporte en nuestro medio.
Nacido en 9 de Julio el 10 de junio de 1979, en el hogar formado por Juan Carlos Delamer y Lidia Haydée Cabrera. Su infancia transcurrió en esta ciudad, los primeros años en el barrio de la calle Chacabuco y La Rioja; para pasar, más tarde, a vivir en la avenida Agustín Álvarez casi Río Paraná (hoy Eva Perón).
Sus estudios primarios los cursó en la Escuela Nº 1 para luego proseguir, los secundarios, en la Escuela Normal Superior.
La pasión futbolera de Mariano nació cuando era apenas un niño. En efecto, tenía apenas cinco años cuando participó en un campeonato de Baby organizado por el Club y Biblioteca «Agustín Álvarez», que se realizaba en la canchita de fútbol que existía donde actualmente se encuentra la sede de la entidad.
«Por intermedio -explica Mariano en diálogo con  EL 9 DE JULIO- de nuestros padres, la mayoría empleados de Banco Nación, armaron un equipo de fútbol para ese campeonato. Una vez finalizado el mismo, Julio León, quien estaba a cargo de las divisiones inferiores, le consultó a mis padres si existía la posibilidad de que comience a concurrir al Club. Mi padre, simpatizante de Once Tigres, como toda mi familia, averiguó en su club cómo se estaba trabajando en inferiores y, al parecer, le convenció la propuesta de Julio y con apenas cinco años empecé a practicar fútbol en Agustín Álvarez».
Al respecto, recuerda que «en esa época no existía la movida que hay actualmente para con las divisiones inferiores o actividades pre infantiles; en realidad, se entrenaba en la semana para el campeonato del sábado».
Como era muy chico, comenzó jugando con niños de mayor edad hasta que fueron conformándose las categorías. Esa incorporación temprana al Club le permitió compartir muchos momentos con quienes más tarde serían compañeros suyos en los diferentes equipos que integró.

LA MISMA CAMISETA
delamerLa carrera deportiva de Mariano Delamer se encuentra ligada directamente a la institución donde se inició: el Club y Biblioteca «Agustín Álvarez». Solamente un año, en 2011, no jugó para este Club, pues ascendió con Once Tigres, permaneciendo en este equipo para jugar el Torneo Argentino B.
Asimismo cuando estudiaba en Junín jugaba para el Club River Plate.
Su historia en la incorporación en la primera división también es muy temprana. Contaba apenas con quince años cuando Oscar Carranza lo convocó  a la primera división, durante el Torneo Mayor, primero en el banco de suplentes. Un año más tarde, con la llegada de Walter Gómez, comenzó a alternar entre la primera y la tercera división, justamente en una época en que el Club obtenía grandes logros deportivos.
Para 1997 ya se encontraba jugando en primera división.
Mariano ha jugado en todas las ediciones del Torneo Argentino en lo que ha participado un equipo nuevejuliense.

EN LA DOCENCIA Y EL TRABAJO CON LAS INFERIORES
Mariano cursó estudios terciarios en Junín, donde obtuvo el título de profesor en Educación Física, en el año 2001. Ha ejercido como docente en 9 de Julio hasta que fue convocado como tutor de los alumnos residentes en el Colegio Salesiano de Don Bosco en Del  Valle.
Años más tarde ingresó como preceptor en el Colegio Marianista San Agustín, cargo que actualmente desempeña.
Su trabajo con los niños y adolescentes se encuentra vinculado también al Club y Biblioteca «Agustín Álvarez». Desde hace varios años, Mariano, se encuentra trabajando con los pre infantiles; además, junto a Gustavo Reynoso, están coordinando las divisiones inferiores.
Como entrenador, brega para que «que los chicos no solamente puedan aprender a ser buenos jugadores, conociendo las técnicas y los movimientos, sino también valores, que los formen como buenas personas, el respeto y el compromiso, que los que los acompañarán para toda la vida».

SU RETIRO COMO JUGADOR
El retiro de Mariano como jugador no fue producto de una decisión precipitada, sino de una idea meditada a través de los últimos años.
«Si bien -refiere- hace dos años que no venía pensando, ahora pude tomar la decisión. Una vez que llegaba a cada entrenamiento lo hacía con mucho gusto, con toda la pasión, pero me costaba continuar esa rutina. Fueron muchos años de entrenamiento»
«Siempre concebí la idea que yo debía ser quien deje el fútbol, pero no que el fútbol me dejé a mi», comenta.
Al mismo tiempo, reconoce que «a cualquier jugador que lo ha hecho durante muchos años, siempre le quedan las ganas de jugar; esas ganas no se van de un momento para otro».

SU FAMILIA
Casado con Yanina, Mariano es padre de Valentino, de doce años de edad; Lorenzo, de dos años y Nina de siete meses. Valentino, su hijo mayor, ya ha recibido, como legado paterno, la pasión por el fútbol, siendo también jugador.

PALABRAS FINALES
Mariano Delamer considera que «una condición muy importante para jugar el fútbol es tener pasión, porque de esa manera va a poder hacer todo lo que se proponga».
«La pasión -añade- por el fútbol es el motor principal para salir adelante deportivamente. A ello debe sumarse la dedicación, las ganas y el compromiso, como en cualquier otra actividad. El acompañamiento de la familia es fundamental, porque el jugador debe dejar su familia tanto en los días de entrenamiento como en los días del partido».
Esas, de hecho, han sido las cualidades que lo ha distinguido como jugador, que lograron posicionarlo entre los mejores y que han hecho que su nombre ya esté escrito en la historia grande del fútbol nuevejuliense.

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