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sábado, abril 20, 2024

Personas Destacadas: Raúl Buono

Una vida de luchas, sacrificios y sueños cumplidos

Raúl Buono
Raúl Buono

* Tuvo una infancia feliz que le permitió cultivar el don de la amistad y del encuentro con sus amigos, en el clásico “potrero”.
* Desde muy niño tuvo especial inclinación hacia la Educación Física y siendo adolescente practicó diferentes deportes, tales como básquetbol, fútbol y voleibol, en el último  participó en campeonatos provinciales.
* De su madre heredó el gusto por el arte y de su padre las más nobles virtudes de amor al trabajo y la honradez en su proceder.
* Con mucho esfuerzo y dedicación logró proyectarse en el camino de la vida y en la faz profesional.
* Es el pionero en la instalación de un gimnasio con pileta climatizada en la zona, logrando convertirse en un referente.
* Actualmente brinda asesoramiento en coordinación deportiva al Club Atlético “El Fortín”.
* Ha concebido un plan de política pública en materia de deporte, en el cual integra las diferentes dimensiones de la persona y la educación en el movimiento.

Un viejo adagio latino sugería: “Labor omnia vincit improbus” (el trabajo fecundo todo lo vence). Ciertamente, quien compuso esta afirmación axiomática no solamente se refería al trabajo como labor cotidiana sino a la dedicación puesta al servicio de un ideal.
El profesor Raúl Buono conoce de cerca del valor del trabajo y de la dedicación en el cumplimiento de los sueños en un camino trazado. Desde muy joven debió abrirse paso en el camino, trabajando y estudiando; viajando en las condiciones más precarias o realizando diferentes tareas para poder costearse sus estudios.
Nacido en esta ciudad el 29 de mayo de 1962 en hogar formado por Rosario Buono y de Irma Rodríguez, su infancia transcurrió en el barrio cercano a la terminal de ómnibus. Su casa paterna, que aún conserva las características edilicias que tenía entonces, se encuentra ubicada en la calle Robbio entre Avellaneda y Adolfo Alsina.
Raúl es el menor de cuatro hermanos, Graciela, Horacio y Cecilia.
«Mi infancia -recuerda el entrevistado- fue muy feliz, de juegos y deportes, cerca de la terminal o en la Plaza Italia. Teníamos muchos amigos en el barrio y jugábamos al fútbol incluso con chicos de mayor edad. Compartíamos no solamente las actividades deportivas sino también la vida en la naturaleza, en torno al recordado potrero».
Sus estudios primarios los cursó en la Escuela Nº 3, donde tuvo como docentes a Sara García, Lía Bonello de Vadillo, Ethel Di Marco, como así también a las señoras de Giani y Carignano. Su formación en la enseñanza media la realizó primero en la Escuela de Educación Técnica, luego en la Escuela Nacional de Comercio y, por último, obtuvo su título en la Escuela de Educación Media nº 3.
«La escuela nocturna -dice- me acogió muy bien. Desde los 13 años comencé a trabajar y, en consecuencia, medio día tenía que dedicar al estudio y el resto del tiempo al trabajo».
Por esos años le tocó vivir una experiencia muy interesante, apenas recuperado el sistema democrático. En 1984 junto a otros integrantes del centro de estudiantes de la Escuela de Educación Media se entrevistó con el entonces director general de Escuelas y Cultura de la Provincia de Buenos Aires, José Gabriel Dumón. El motivo fue solicitar la reestructuración del plan de estudios de la enseñanza media de adultos, haciéndolo de cuatro años. Esta medida la lograron concretar con buen éxito.
Raúl tuvo una primera juventud de intenso trabajo. Lo hizo en fábricas y oficinas y, con ello, también aprendió la importancia de elegir una vocación y de abrazarla para siempre. Esos empleos, más adelante,  le permitieron di- mensionar en su justa medida la carrera elegida.

LA CARRERA DE EDUCACION FISICA

Desde temprana edad Raúl tuvo una inclinación especial hacia el deporte. En Centro Empleo de Comercio jugó al básquetbol y al fútbol en el Club Atlético «El Fortín».

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No le fue posible comenzar enseguida sus estudios terciarios para la carrera de Educación Física. Pero, merced al tesón y a la dedicación inclaudicable que puso de manifiesto desde el primer momento, decidió ahorrar el dinero necesario para radicarse en otras ciudades y formarse en su profesión.
«Siempre -comenta- tuve mucha vocación por educación física pero los recursos económicos eran acotados. No podía irme a estudiar. Entonces trabajé y ahorré mucho. De manera que pude inscribirme en el Instituto Superior de Formación Docente Nº 47 de Olava- rría».
En efecto, Raúl realizó una impecable formación terciaria en Olava- rría. Allí tampoco escatimó esfuerzos en el trabajo para sostenerse y en el estudio, dando así que al finalizar la carrera fue abanderado.
«Cuando fui estudiar no era un adolescente, tenía 24 años y sabía que no podía perder el tiempo. En los primeros años fue nombrado ayudante de cátedra de una materia llamada Vida en la Naturaleza, lo cual le permitió una llegada más amplia hacia muchos profesores, adquiriendo otro hábito de estudio y de concentración», rememora.
Nuestro entrevistado evoca una simpática anécdota que tuvo lugar el día en que obtuvo su título de profesor de Educación Física. Al momento de ingresar los egresados al acto académico, su padre observó que Raúl no estaba con ellos. Entonces, se dijo: «al final, no se ha podido recibir». Pero, en realidad, después vendría la grata y emotiva sorpresa, que había de llenarlo de singular orgullo.
Su hijo no habría ingresado al acto con los demás egresados porque, pocos minutos después, lo hacía portando la bandera de ceremonias, como abanderado, en reconocimiento a sus logros y al mérito alcanzado como estudiante.

EL REGRESO A 9 DE JULIO

Concluidos los estudios terciarios  regresó a su ciudad natal. Promediando la década de 1980, cuando aún se encontraba concluyendo la formación terciaria, y en virtud de contar con el título de maestro, fue designado profesor en la Escuela que funciona en la estancia «La Corona», en la localidad Facundo Quiroga, como así también en la Escuela Nº 8, en la Nº 13 y en el Centro Educativo.
A dedo, desde Olavarría, viajaba a Facundo Quiroga, comunidad que lo recibió con los brazos abiertos. Dormía sobre una mesa en la Escuela Nº 8 para continuar, al día siguiente, con sus clases. Malena, propietaria de un restaurante ubicado frente a ese establecimiento, le procuraba un colchón.
Al final de cada mes, los docentes y el personal de los establecimientos de Facundo Quiroga lo aguardaban con más ansia aún, pues le llevaba los cheques desde el Consejo Escolar.
En ese tiempo, junto a los alumnos y docentes de las tres escuelas mencionadas, Raúl organizó un interesante viaje a la ciudad de Olavarría. Sus compañeros del Instituto de Formación Docente recibieron al contingente con gran cantidad de actividades recreativas y de campamento. Después de ocho años, las tres escuelas tenían la oportunidad de efectuar un viaje con los alumnos.
Desde hace más de dos décadas Raúl trabaja en la docencia, como profesor de Educación Física, en Escuela de Educación Técnica Nº 1 «Otto Krause». También lo hizo, en años ulteriores, en la Escuela Nº 30, en el Colegio Marianista San Agustín y en la Escuela Normal Superior.

PIONERO

Puede decirse que Raúl Buono es un pionero en lo que refiere a la instalación de gimnasios privados en esta ciudad y, sobre todo, con la apertura de su pileta climatizada, la primera en la región.
Su primera experiencia en la coordinación del trabajo de un gimnasio la realizó en el Sindicato de Empleados de Comercio, que fundó con acompañamiento de Marta Martín, en la sede de la calle Yrigoyen.
Dos años más tarde, en 1994, abrió las puertas de su gimnasio, con pileta climatizada. Con este emprendimiento se ponía a la vanguardia en la zona y, al mismo tiempo, cumplía un viejo anhelo. Tal como él mismo lo refiere,  desde muy chico sentía deseos de tener una pileta o de que algún amigo lo invitara a la suya.
«Un amigo -comenta- tenía como pileta una rueda de tractor y todos estábamos felices de ir a su casa para meternos. Con el tiempo, cuando comencé a trabajar, pude costearme las cuotas de la pileta de verano».
Luego de la instalación de la pileta, Raúl brindó asesoramiento a gimnasios de ciudades vecinas al respecto.
En su pileta climatizada al menos tres generaciones de nuevejulienses han aprendido a nadar y, la misma, ha sido gravitante en su finalidad terapéutica.
En la actualidad, en su gimnasio se realizan actividades acuáticas, gimnasia formativa, para personas de las más variadas edades, trabajos específicos de acondicionamiento físico para personas que nunca hicieron deporte y entrenamiento deportivo.
«El gimnasio se especializa, en buena medida, en lograr el acondicionamiento físico de personas que no han hecho frecuentemente actividades deportivas, cuyo movimientos han estado más limitados», indica.

POLITICA DEPORTIVA Y SALUD

Desde hace varios años, Raúl, viene concibiendo un proyecto integrador en materia de política pública deportiva. Asimismo, ha sido el iniciador del grupo “Vivir mejor”, una experiencia de salud para personas de la tercera edad, con el cual trabajó por espacio de diez años. En casa central de PAMI, Raúl, ofreció una charla sobre esta experiencia, hace algunos atrás.
Raúl hecha de menos la inexistencia de planes sociales que fomenten el movimiento y la actividad física de las personas; inclusive, en los servicios que ofrecen las obras sociales, con finalidad terapéutica para el paciente, no está contemplada la educación física.
“La educación física –considera- es el motor que va a regir la mejor calidad de vida de las personas. Está demostrado que, a través de la educación del movimiento, las personas pueden mejorar su salud”.

SU FAMILIA

Casado con Claudia Ciani, es padre de dos hijas, Bernardita e Isabel. Tiene, también, un hijo en el afecto, su sobrino Juan Ignacio, quien actualmente se desempeña como investigador en el Instituto Balseiro, que funciona en las instalaciones del Centro Atómico Bariloche (CAB).

LEGADOS REFERENCIALES

raul buono2Al ser consultado acerca de quiénes son los referentes en su vida, Raúl, cita de inmediato el nombre de su padre, de quienes aprendió las virtudes de la honradez, la responsabilidad hacia el trabajo y la honestidad.
De su madre heredó el amor por el arte y por la creatividad. Ella era restauradora de imaginería religiosa, de sólida reputación en esta zona, pues recibía trabajos provenientes de otras ciudades de la provincia. En su casa paterna de la calle Robbio, donde jamás estaba ausente el arte decorativo y la educación plástica, y donde se escuchaba permanentemente la música clásica, aún se conserva la habitación, en el primer piso, donde su madre tenía su atelier.
En su esposa, Claudia, también encuentra la virtud de la honestidad, una marca indeleble que le ha puesto en su vida. De sus hijos, así lo reconoce, ha aprendido a ser padre.
“Todos los días –expresa Raúl-, mis hijos me enseñan algo nuevo. Cuando me he equivocado como padre, ellos me han corregido. Ahora, de grande, puedo decir, que aprendí a ser papá. Tengo la inmensa satisfacción que a ellas les guste mucho el deporte y el arte”.
“De todas las personas con las que me toca interactuar saco cosas muy positivas. De las que no pueda sacar algo positivo, también he aprendido. Muchas personas me han abierto sus puertas, sea de sus trabajos o de sus hogares, haciéndose parte de sus vidas. Estoy agradecido de todas aquellas personas que me han apoyado y han permitido que pueda expresarme como profesor de Educación Física”, subraya.

PALABRAS FINALES

Las palabras de Raúl Buono, a lo largo de nuestra entrevista, respiran gratitud y, al mismo tiempo, un gran compromiso con su comunidad. Los sueños cumplidos lo han convertido en un hombre feliz; pero, sobre todo, en su vida se despliega por doquier el valor testimonial.
La trayectoria de Raúl Buono, su vida de lucha y de esfuerzos orientados a perseguir sus sueños hasta concretarlos, son un ejemplo para las generaciones jóvenes que buscan hallar, en la vida, un camino de bien.-

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