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viernes, abril 19, 2024

«Saturno devorando a su hijo», de Goya

Francisco_de_Goya,_Saturno_devorando_a_su_hijo_(1819-1823)Por Cristina Moscato

El oráculo advierte a Saturno, Dios romano de los campesinos, equivalente a Cronos de los griegos, que uno de sus hijos lo destronará. Para impedir la amenaza, el Dios, devora a su prole en la medida que nace. Pero un buen día su esposa Ops –Rea para los griegos- decide salvar al niño que viene en camino. Da a luz en secreto y entrega al Dios una piedra envuelta en un pañal. Júpiter –Zeus para los griegos – a salvo de la voracidad del padre acabará por cumplir los designios del oráculo.

Basándose en el relato mitológico, Goya realiza esta obra entre 1820 -1823. La misma forma parte del conjunto de pinturas conocidas como ¨negras¨ -por los sombrío de los temas y el uso de pigmentos oscuros- que decoraban dos habitaciones en la plata baja y alta de la Quinta del Sordo, casa de campo en las afueras de Madrid y residencia del pintor hasta su exilio en Burdeos durante el absolutismo. (Fernando VII).
Cuando la casa es adquirida por un banquero francés, ¨Saturno¨, como el resto de los murales pintados directamente sobre pared seca, fueron trasladas del revoque al lienzo por el pintor y restaurador español Salvador Martí- nez Cubells.
Sobre un lienzo de 146 cm x 83 cm el hijo devorado –con un cuerpo ya adulto y de sexo indefinido- ocupa el centro de la composición. Saturno un anciano monstruoso de pelo cano y ojos desorbitados que parece emerger de la profundidad, lo apresa por la cintura e incrusta con violencia los dedos sobre la carne. Ya se ha comido la cabeza, uno de los brazos y acaba de engullir el otro que se desgarra y sangra.
El rostro amenazante del Dios, la boca tan inmensa como oscura, la simplificación de su cuerpo y brazos, también de las piernas que parecen terminar en muño- nes, acentúa el efecto dramático de la ceremonia antropo- fágica, -canibalismo- lo mismo que la mutilación de la víctima.
Las interpretaciones acerca del mensaje que quiso dejar el pintor aragonés son numerosas.
La más simple, basada en que Saturno es la versión romana de Cronos, dios del tiempo, dice que Goya solo pretendió mostrar cómo el paso del tiempo lo devora todo.
Otras más complejas, ven en el Dios una clara alusión a la acción devastadora de la guerra que acaba por comerse al hombre común, al más pequeño en la relación de poder. -Goya es testigo de los sangrientos enfrentamientos durante las luchas por la independencia española que plasma en grabados conocidos como ¨Los desastres de la guerra¨-En esta misma línea, otros críticos proponen que Saturno encarna a Fernando VII que con su régimen absolutista, se devora al pueblo español.
Los más cercanos a la psicología ven en la representación un mito primordial e inconsciente, al que ningún hombre puede escapar: la rivalidad con el padre.
Otros, una escena de fuerte contenido erótico, en tanto, el cuerpo despedazado posee las nalgas y caderas de una joven mujer.
La pintura, junto al resto de la serie negra, pertenece actualmente al Museo del Prado y puede verse con todo detalle en distintas páginas de la web.

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